martes, diciembre 29, 2009

Chiapas: Palenque y Misol-Ha.


Al final no supe cuántas horas de viaje fueron, solo puedo asegurar que fueron más de doce desde la salida a las seis de la tarde de Yuriria, en Guanajuato, hasta la llegada a Palenque, en Chiapas, temprano pero ya bien iluminado. O más o menos, porque estaba nublado. Debimos haber recorrido el arco norte, entrar y salir de Veracruz y seguramente habremos entrado a Chiapas por Tabasco. Pero adivino, porque me las arreglé para dormir todo el camino. Las dos o tres veces que abrí los ojos alcancé a ver una pared blanca de niebla como a un metro del frente del camión (mi asiento era el número 3), y a la cuarta ya se estaba estacionado el camión en una callecilla sin chiste frente al modesto hotel en el que nos quedaríamos. Nos entregaron nuestras habitaciones y nos fuimos a desayunar.

Estábamos apenas a la entrada de Palenque, la cuadra en la que estaba el restaurant era la última, de ahí seguía la carretera por la que llegamos. El lugar era pequeño pero simpático: las paredes estaban tapizadas de objetos antiguos y sobreros con frases populares. La comida fue buena y el café mejor. Ya bien despiertos y comidos nos pusimos a registrar los detalles del decorado. La dueña se me acercó para preguntarme si quería ver su colección de muñecas. Me pasó a su casa por una puerta siempre abierta que está a un lado de la caja. La vitrina enorme estaba llena de muñecas con vestidos largos de modas pasadas. Yo las hago, dijo, y me enseñó una muñeca a medio hacer, con sus calzones largos y sus corpiños terminados en encaje, su cuerpo rechoncho en las caderas para darle volumen a las faldas y sus peinados antiguos. También sé coser, no nomás jugar a la comidita, dijo entre risas, o al revés, también sé cocinar y no nomás jugar a las muñecas. Jodida una, pensé, que ni lo uno ni lo otro.

Volvimos a subir al autobús y fuimos al otro Palenque, al Palenque arqueológico. Nuestro guía, indígena tzotzil, nos explicaba cada edificio y cada inscripción y por qué a este edificio sí se puede entrar y por qué a este no. Y el patio de meditación, y las recámaras y los baños y la tumba de la Reina Roja y la crestería y tanta cosa. Y de paso las ciudades que se unieron con Palenque y las que les hicieron la guerra, las comunidades tzotziles y tojolabales, la pobreza y el olvido, Marcos y el 2010 y a saber qué desgracia se venga porque la gente sigue olvidada y si no vean en la carretera las casitas y los niños y las gentes, y que no les extrañe porque el presidente está más lejos de Chiapas que nunca. Pero acá está este edificio que tuvo funciones religiosas y ese cerro no es cerro, es palacio en exploración y si quieren desde arriba de aquél pueden tomar la foto más bonita. Y el servicio es voluntario, lo que gusten cooperar.

Terminando el recorrido comimos unos taquitos de cochinita a la salida de Palenque y nos fuimos a las cascadas de Misol-Ha. Nos mojamos en la cascada y metimos las patitas al arroyo, caminamos dentro de una pequeña cueva y regresamos a Palenque, el pueblo. Fuimos a cenar y de paso conocer el centro. Me recordó a Uruapan (y no sería la última vez que pensaría eso en todo el viaje), las casas con sus tejados de dos aguas y sus puertas y ventanas de madera, sus calles en columpio, con el punto más bajo a media cuadra y la lluvia que no paraba. A cenar llegamos primero a Las Tinajas, sitio harto conocido y por tanto muy concurrido. Después de que vimos que una hora y diez minutos nos alcanzaban para que nos tocara comer nos retiramos a otro sitio cerca del centro. Donde a los diez minutos ya estábamos cenando. Nos perdimos la comida típica regional de Las Tinajas, pero tanto andar no permitía un segundo más de espera. El primer día apenas y estaba agotada. Dormí como inocente.

Fotos:

La pared de El Arbolito

Algunos de los objetos de la decoración.

Doña Chelo con su colección de muñecas y una en proceso de fabricación.

Palenque:

Misol-Ha:


domingo, diciembre 27, 2009

De vuelta a casa.

Impregnada de la humedad de la selva, del calor del golfo, de lodo oloroso a hierba, de olor de café orgánico, de la lana chiapaneca, cansada de subir y bajar, con los ojos llenos de maravillas, hoy por fin regreso a casa. Una semana de viaje en autobús con otros dieciocho sujetos, en un tour que pudo estar mejor organizado pero que alcanzó para conocer un buen pedazo de Chiapas y el puerto de Veracruz.

Decidida a que no me vuelva a pasar lo mismo que cuando volví de la Península de Yucatán, ya estoy preparando un par de posts con muchas fotos del viaje. Mientras los publico, síganle festejando que apenas vamos a medio maratón. Felices fiestas.




viernes, diciembre 18, 2009

Este año empezó con tensiones académicas que nunca antes había sufrido y que me llevaron a consumir cantidades industriales de café y cigarros. Al final de todo obtuve un grado. También empezó con un corazón roto, que sufrió un par de lesiones después y que se volvió a quejar todavía en últimas fechas por algunos vacíos repentinos, pero los nuevos órdenes han sido establecidos y todo marcha maravillosamente. En este año conocí gente muy agradable, y me despedí de gente que espero volver a ver pronto. Empecé otra etapa académica de mi vida y ya empezamos con las vicisitudes del posgrado. Tengo un gato adorable y materialmente hablando no me puedo quejar. Como desde hace tres años ya, esta bitacorita ha sido una herramienta de expresión escrita que me ha permitido, a parte de descansar de mi desorden mental, establecer relaciones in silico harto simpáticas y estimables, algunas de las cuales son una extensión de relaciones in vivo puestas en pausa tiempo atrás debido a la distancia geográfica.

En este momento estoy a pocas horas de partir a Chiapas acompañada de mi madre y uno de mis hermanos. Ya les platicaré cómo me fue. Mientras eso pasa, les mando a todos un fuerte abrazo, disfruten sus fiestas y a la familia.

Descansen mucho, dentro de lo posible. Buena suerte.

PD.: Hay posadas en mi calle, con plegaria, velitas, piñata, cena y todo. Qué bonito.

jueves, diciembre 10, 2009

Sólo por eso.

Porque a veces no paro de llorar, o de tener ganas de hacerlo, porque en algún momento maldije todo lo que tuve, o todo de lo que carecía, porque gruñí y me perdí, y a veces aún me pierdo, en un abismo de angustia cavado con mis propias manos sin que exista necesidad alguna. Porque me dolía y se me notaba en la cara, porque padecí la ausencia sintiéndola sobre el pecho, porque no me quería levantar, ni hablar, ni hacer, pero tampoco podía dormir. Porque me sobran historias de noches tristes y mañanas angustiosas, de comidas insípidas y de pastillas cada doce horas. Porque hice berrinches y sufrí después todas sus consecuencias. Por eso pude, antes o después, gritar hasta perder la voz, porque no puedo decir que canto, bailar hasta el dolor de plantas, o al menos intentarlo, reir escandalosamente y sentarme en plena paz un sábado cualquiera a no hacer nada sino escuchar la música y acabarme otro poco los pulmones. Por eso pude antes o después estar contigo, en noches breves o no tanto, en tardes o días completos agradables. Aprender de tí y enseñarte algo. Quererte mucho, poquito, más. Por eso puedo también hoy verte de nuevo, sin remordimiento, sin dañinas añoranzas eternas, sin pestes de realidades alternas, sin ningún dolor, porque ése tiene un momento, se vive, se sufre, se encarna, y como el mejor de los alimentos, después solo se va.

Porque a veces no paro de llorar, es que otras tantas puedo reírme tanto. Y eso y ser feliz es exactamente lo mismo.

sábado, noviembre 14, 2009

Anecdotario llanero

[ADVERTENCIA: Post largo largo y anecdótico, como en los viejos tiempos]

Amanece el día y sólo Dios sabe cómo va a acabar, dice mi madre. Nada describe mejor lo que pasó el sábado pasado, en el llano.

Fui allá, entre otras cosas, a ver a gente que estimo. Comimos camarones; tenían buen sabor, suficientemente bueno como para no sospechar que después se iban a poner en mi contra. Pero en lo que se decidían a fastidiarme, alcanzaron a pasar otras varias cosas. El local donde comimos está bajo las graderías del estadio de futbol. Había mucho movimiento, el esperado para un sábado de partido en la 1ªA. La Trinca Fresera iba superlíder y jugaba nada más y nada menos que contra los Dorados de Sinaloa. El año pasado, cuando la Trinca se peleaba el campeonato para ascender a 1ªDivisión me quedé con ganas de ir al estadio. Hay que entrar. ¿A qué hora es? A las 7. Pues vamos y volvemos ¿no? Y fuimos y volvimos. Fuimos a la plaza, por un móvil; fuimos al café por una amena charla (después de recuperarme de la confusión por no poder pedir un café chico, sino un alto, que no era más alto que el grande, que en realidad era mediano, porque había uno más grande que no se llama grande sino Venti... y aunque no era mi primera vez, no he podido acostumbrarme a semejante cambio de estándares); y volvimos al estadio. Puerta 5, la de la porra. Había que ver de cerca a Los Hijos de la Mermelada, así, independientemente del partido, podíamos asegurarnos un rato de sana diversión. La Trinca ganó 3-1. Gritos y saltos, pues si a eso iba, bah. El portero local se mereció la ovación del público: "¡Ese mi marcatextos!" Quién lo manda a traer un uniforme de ese tono de amarillo.

La afición salió feliz. Nostros también, y decidímos que tres minicoronas estaban bien para empezar, pero había que continuar. Un bar de medio pelo, debajo del estadio (hay tantas cosas debajo del estadio) nos cobijó con una rockola que tocaba puras de adoloridos. ¿Qué pues, de qué se trata? Al rato llegó el hermano mayor, el líder de los Hijos de la Mermelada. Traía ropa militar, dejando ver que tenía brazos bien trabajados en gimnasio, y su máscara de luchador. Pues hay que darle, no vaya a ser, dijeron los muchachos. El que lo acompañaba era un hombre joven, alto, muy corpulento y con la camiseta de los Dorados. Amigos, a los de la porra visitante se les acabó la lana y su chofer no los quiere regresar, estamos pidiendo para que se puedan ir. Todo sea por la paz entre las porras y porque no queremos que se enojen, que sí imponen. Ahi'stá.

Ya es domingo, cierra el local y migramos a otro sitio donde nos permitieran seguir con nuestras sesudas reflexiones que pretendían arreglar el mundo. El nuestro primero, y el de todos después. Así fue como caímos al billar aquél, de noches de viernes y de sábado, o de martes o miércoles, ¿por qué no? Ahí vamos los tres monos y los camarones diabólicos que empezaban a amenazarme. Pero no me iba a rajar, este estómago de perro callejero tiene una fama que defender y no me dejo, no y no.

Llegamos al billar y nos encontramos con el dueño, señor de más de cincuenta normalmente sujeto serio y al pendiente del negocio, sentado en una de las mesas, bien entrado en copas con los que parecían ser sus grandes amigos. Aquí es donde tengo que señalar que mis acompañantes son asiduos visitantes del lugar, personas bien conocidas por el dueño, por lo que lo primero que hizo éste al vernos llegar fue darnos la bienvenida, recordar las canciones favoritas de los muchachos e ir, entre balanceos a ponerlas en la rockola. Al poco rato acabó por presentarnos a sus amigos, y así conocimos a los personajes que nos hicieron la noche: Un hombre más bien pálido, lacio, de lentes, muy delgado: ¡pinche Pol Macarni! Ni como dudarlo. El hombre que nos contó la hostoria de amor más triste, porque era hermosa pero falsa: su chaparrita, la mujer de su vida, la que lo sacó del vicio, por la que da la vida, esa que hoy y tal vez siempre que se acabe una botella de ron, está con él hasta que recuerde que en realidad no, ya no, o tal vez no lo estuvo nunca. Y finalmente el hombre delgado y moreno, un madrazo de ese güey si me voltea la quijada, qué digo a mí, a los tres juntos. Y los tres juntos eran el que relataba y mis dos compañeros, porque claro, ni siquiera se podía suponer que me pegara a mí, que soy mujer. Tiene la mano pesada, y la tuvo más de joven cuando fue boxeador profesional, estrella regional que se fue a la Ciudad de México a pelear con Salvador Sánchez, campeón del mundo. Por supuesto, fue noqueado. En el cuarto round. Ni más ni menos. Era muy inteligente, y aguantaba mucho. Y la noche se nos fue en conocer las historias del boxeador, relatos de un hombre que daba vida a las efemérides del boxeo mexicano. Ojalá Zow o Marco puedan un día dar mejor reseña del anecdotario al que tuvimos acceso entonces.

Los camarones estaban a punto de ganarme la batalla y era hora también de cerrar el local así que nos retiramos. El domingo después de un breve desayuno de despedida tuve tiempo de pensar en vacíos y cosas peores antes de ver a mi querida Erandi y al buen José, con quien compartí la comida de la victoria (porque había logrado someter a los camarones insurrectos) antes de volver al valle, aún pensando un poco en rearreglos por desaparciones.

Amanece el día y sólo Diós sabe como va a acabar. Por lo pronto, no vuelvo a comer camarones debajo del estadio.

Zow ha escrito la historia, prácticamente inalterada, que nos contó el boxeador Seferino "El fresero" Morales . Vayan a leerla aquí.

domingo, noviembre 08, 2009

Vacío

Uma vez eu tive uma ilusão
E não soube o que fazer
Não soube o que fazer
Com ela
Não soube o que fazer
E ela se foi
Porque eu a deixei
Por que eu a dexei?
Não sei
Eu só sei ela se foi
.
Repudiado por la naturaleza, siempre y cuando exista materia lo suficientemente cerca, no pierde oportunidad de aparecer a la menor provocación. Pequeños vacíos, microscópicos, insignificantes de breves, imperceptibles; vacíos más bien medianos, un tirón momentáneo en las entrañas, incomodidad pasajera; vacíos más severos, si es que tienen severidad alguna, presión torácica, humedad ocular; vacíos terribles, de esos que alcanzan a doler.

Todos son eliminados en el momento, o al momento siguiente, la noche siguiente, el cigarro siguiente, el itinerario siguiente. En cada ocasión hay materia para llenarlos, generando una corriente, un reajuste, unos cuantos ayes y siempre un suspiro, más o menos sonoro, según el espacio a llenar. Y después la normalidad. Una vez más.
No se debe olvidar pues, que cada nuevo orden no es más que la cicatriz del orden anterior, desaparecido gradual o espontáneamente, pero desaparecido al fin, de manera tal que nunca sobre esa cicatriz o en otro lugar cualquiera, puede generarse un arreglo idéntico, por mucho que se intente, por mínima la desaparición.
¿Por qué? No sé.
Solo sé que se me fue.

miércoles, octubre 28, 2009

Singleton: Arte

Tomó una psique de cristal. Transparente, de diseño complicadísimo, frágil. La puso en la mesa, justo sobre un orificio por el que pasaba un haz de luz tan tenue que nadie había visto. Pasó la chistera y la mano con guante blanco alrededor del objeto que se tornó multicolor. Todos aplaudieron y le llamaron mago.

martes, octubre 27, 2009

Pesadillas

Anoche acabé mi pequeño cartel introductorio por ahí de media noche (no sé bien a qué hora porque algunos relojes de mi casa siguen en el horario de verano, muy cálidos ellos). Estaba agotada, molida, muy, muy cansada. Afortunadamente, pensé, por estos días basta con que ponga la cabeza sobre la almohada para perder la conciencia y ser feliz. Por estos días, menos ayer.

No sólo no puede dormir de inmediato sino que cuando lo logré, tuve a bien producir los más horrorosos sueños que he tenido en mucho tiempo. (¿Qué soñaste? dijo mi madre, ¡No soñé! ¡No fueron sueños, fueron pesadillas!, le contesté cuando tuve mi primera experiencia desagradable de ese tipo, como a los tres años).

Soñé con mierda. Asquerosa, abundante, adherida a las paredes de mi cuarto, sobre el piso, sobre la cama, el escritorio, todas mis cosas. Fétida. Mierda.

Desperté con asco y ansiedad. Busqué en todos lados, por si el gato había hecho una gracia y no me hubiera percatado antes. Nada. Todo limpio. Volví a dormir.

Soñé con el mismo cuarto, en las mismas condiciones. O casi. Porque ahora sobre toda la inmundicia comenzaban a correr arañas. Arañas grandes, grises, peludas. Con sus ocho patas y su exceso de ojos. Muchas, incontables, subían desde un rincón y llenaban las paredes y la cama sucia. Se metían en los zapatos y entre la ropa. Lo cubrían todo. Detestables.

Desperté con mucha ansiedad. Prendí la luz, sacudí las sábanas, busqué arañas. Nada. Volvía a dormir.

Soñé conmigo, padeciendo de una obesidad mórbida, con mi cara deformada, sucia, los dientes rotos y muy amarillos. Jirones por ropa, costras de mugre, sin zapatos, pegotes de suciedad en el pelo, tirada no sé dónde. Horror.

Desperté enojada, con dolor de espalda, muy, muy cansada. Descansé con un largo baño con agua caliente.

Ahora ¿cuál es mi pinche problema?

domingo, octubre 11, 2009

Singleton: Fobos.

Siendo el exterior algo completamente desconocido no era extraño que le tuviera tanto miedo. Era mucho mejor estar en este pequeño, oscuro y a veces frío hueco entre las rocas. O lo había sido, hasta que se volvió demasiado oscuro, demasiado frío, ruidoso. Sobre todo ruidoso. Soniditos extraños que no podía reconocer, que no dejaban dormir y que podían asociarse a toda clase de pequeños enemigos que podrían atacar en cualquier momento, por la espalda y sin avisar.

Llegó entonces el día en que los ruidos no le dejaban ni pensar. No paraban de sonar un solo segundo. Zumbidos, siseos, repiqueteos. Los huesos dolían con la humedad y el frío y no entraba ni el más diminuto rayo de luz. Cuando unas piedras pequeñitas que caían del techo golpearon su cabeza fue el fin de la cordura. Entonces el miedo el miedo de salir quedó hecho nada ante el miedo de quedarse ahí.

Y afuera el viento fresco, la luz del día, el suave pasto y todos los colores le recibieron, mientras trataba de explicarse aquél inútil pavor.

domingo, octubre 04, 2009

Punto 0.

La parte buena de olvidar todo es que la capacidad de asombro no se pierde. La novedad no se acaba nunca, o no por mucho tiempo. La semana pasada ví por primera vez en muchos años una muestra clínica teñida en el microscopio, y sentí lo mismo que cuando ví por primera vez en mi vida aquella tela de cebolla, teñida de azul. Ahí estaban, las células humanas y los pequeños bichos que no dan tregua. Las primeras de azul, las segundas de rosa (como si fueran la cosa más tierna sobre la faz de la Tierra y no nuestros enemigos). Laminilla perfecta. Una mano experta las había preparado para mostrarme cómo debo hacerlo yo dentro de poco.

Lo mejor de todo es que con el tiempo uno se da cuenta que en realidad no lo olvida todo, cuando estás ahí reconoces lo que es, por qué, cómo y bajo qué circunstancias. Entonces vuelves a sentir lo mismo que la primera vez, pero mejor, porque sabes lo que tienes enfrente.

Y así, una vez más, desde el punto 0, en el que todo está por venir, puedo volver a decir que no me puedo imaginar haciendo otra cosa.

viernes, septiembre 25, 2009

El Karma también tiene fuerzas armadas.

Ahora sí que he andado del tingo al tango. En estos días el ocio se practica de noche (menos hoy, como pueden notar). A veces el ocio es cibernético (por ejemplo hoy, como también habrán notado). Y andando de ociosa me encontré esta maravilla:
La pegatina Karma Police™ creada por Salles
(producto protegido por una licencia de Creative Commons)


Para conocer a su autor, el uso de la pegatina y, sobre todo, sus posibles consecuencias, vayan al sitio de Salles.

En breve, lo que hay que hacer es colocar la pegatina sobre la foto de quien consideren que deba ser "procesado por la policía del Karma" y esperar los resultados.

¿Quién les gustaría que fuera arrestado? He aquí algunos de los villanos favoritos del momento:

La gente de Chihuahua piensa que éste es un caso urgente.

Pagarás por todos los estudiantes altamente calificados y pobres.

¿2% qué? Ya veremos.


Mmm... bueno, esta fue una sugerencia, aunque no estoy segura
de qué manera puede el karma hacer sufrir a un virus.


Todas las imágenes cuentan con la autorización del autor y las hice respetando la licencia de Creative Commons. Que conste.

Ya quiero ver los resultados. Muajaja.


Nota al pie: Si son estudiantes de posgrado y van a usarla con una foto de su asesor, por favor, ocúltenla. No sabemos cuanto tiempo tardará KP en actuar y puede ser que el que esté a la vista sea contraproducente.

miércoles, septiembre 16, 2009

Por qué no sirve de nada un aumento de impuestos.



(Click en la imagen -corregida por Sámano, gracias- para verla en grande)

El problema no es que cúanto cobran, si no que no lo cobran parejo. Yo digo que limiten las cantidades deducibles de impuestos por donaciones a beneficencia.

Si me equivoco (en cómo ocurren las cosas o en mi ñanga propuesta) sáquenme de mi error y no me dejen vivir en el engaño.

jueves, septiembre 10, 2009

Sonido 3D

Suena ridículo ¿no? No, la verdad es que suena muy agradable. Pero este audio, que explota las características de este formato de grabación es muy bueno. Así que escúchenlo con los audífonos puestos (asegúrense de ponerse el R en la oreja derecha y el L en la izquierda). Denle play y cierren los ojos.



Qué cosas. No pude encontrar el sitio del algoritmo Cetera, pero me encontré este sitio donde se cuenta la historia de los sonidos holofónicos. Acá están varias grabaciones holofónicas, más sencillas pero simpáticas.

Se cuidan y si los agarra la lluvia, disfrútenlo.

martes, septiembre 01, 2009

A record of life.

Esta animación me gustó mucho, se las dejo.

A Record Of Life de Owen Gatley en Vimeo (Vía jshm).

lunes, agosto 31, 2009

Singleton

¿Qué te pasa? Lloro. ¿Por qué lloras? Por todo, por nada. Descansa cariño, no es bueno que llores tanto. No es tanto, solo lo necesario, déjame. Me duele. ¿Que llore? Claro. No tiene por qué, es mi llanto y no el tuyo. Pero me gusta más que rías. No puedo reir siempre, es una simpleza, una necedad. Te dejo entonces, pero trata de descansar ya. Este es mi descanso. Está bien, me voy ¿De verdad te importa? Sí, pero ya me voy. No, no te vayas; ya no puedo seguir, me has distraído mucho.

Un abrazo y un buen café.

jueves, agosto 27, 2009

Me falta ver a través de un telescopio.

Cuando era niña, ya lo he dicho, me gustaba la materia de ciencias naturales y me gustaba ver las estrellas. Un día ví en un microscopio una tela de cebolla teñida de azul, y pude ver su células rectangulares. Emocionable como soy desde siempre, eso fue suficiente para mí y creía que de grande iba a hacer algo que me permitiera estar usando todo el tiempo un microscopio. Casi. Nunca, en cambio, vi a través de un telescopio. Quién sabe qué hubiera pasado. Aunque mis pretensiones de ser astronauta o, de perdis, astrónoma duraron hasta mi adolescencia, al final la atracción hacia a lo microscópico fue mayor.

En días pasados se celebraron los 400 años de que Galileo Galilei mostrara a los venecianos su entonces nuevo telescopio. Gran aniversario. Pero no me voy a poner a escribir la historia que ya está en todos lados; tampoco pondré un anecdótico post al respecto porque, como ya dije, todavía me falta ver por un telescopio. Pero alguien llamado Facundo Alonso sí lo ha hecho y escribió un bonito post al respecto en su Replicador de Sueños. Vayan y leánlo, digo, si les place.

Y bueno, qué mejor para celebrar este aniversario que la nota de un planeta recién descubierto, que además de ser enorme, está muy cerca de su estrella y gira alrededor de ésta a velocidades inusitadas, cosas que es muy improbable que sucedan todas juntas y destinan al gran planeta a morir estrellándose en su sol más temprano que tarde, según dicen los que citan a los que dicen que saben. Por eso, el no tan dichoso planeta sorprende a los estudiosos de una ciencia que inició hace 400 años, cuando Galileo mostró a los venecianos su nuevo telescopio.


Nota rijosa: Año bonito y lleno de aniversarios para la ciencia. Lástima que entre tanto festejo sea ese el rubro al que le quiten presupuesto, recortando desde apoyos a investigadores hasta becas para estudiantes.

viernes, agosto 21, 2009

La cruda.

Marina tendría entre 21 y 25 años. Era delgada, de cabello negro y desordenado. Se delineaba todo el contorno de los ojos de negro, se pintaba las uñas de negro y los labios color vino. Creo que tenía un perforación en la nariz. La recuerdo como alguien agradable que jugaba de buen humor con nosotros, los hijos de los maestros que tomaban su curso para titulación de Licenciatura para poder entrar a Carrera Magisterial. Eran cursos de verano, así que hicieron uno también para nosotros. Su compañera también nos caía bien, ella tenía una voz suavecita y se peinaba muy bien. Entre las dos nos ponían a dibujar, a hacer figuras de papel, a construir papalotes y a hacer música con botellas, entre otras cosas.

Recuerdo muy bien como un día, mientras estábamos dibujando en una mesa enorme, Marina se limitaba a vernos. Toda la mañana había tenido una expresión en el rostro que solo podía significar algo malo. De repente apoyaba las manos y la frente sobre la mesa y parecía que se había quedado dormida. ¿Qué tiene? le pregunté a la otra muchacha. Mmm, está enferma... y cansada. ¿Por qué? Es que anoche se durmió muy tarde, déjenla dormir, no hablen muy fuerte. Pobrecita, pensé.

Uno de mis hermanos me decía hace un rato que la ventaja de que hoy le tocara inscribirse era que no tenía que lidiar con los niños del pueblo a donde van a dar su servicio social en el verano después de la parranda de anoche, de la que llegó ya estando el sol de viernes bien alto. Lo siento por los otros, decía. Y se fue a dormir.

Lástima que Marina no tuvo esa oportunidad.

martes, agosto 18, 2009

Hablemos.

Hablemos de cosas relevantes, como los minisatélites, o los repetidos directos con sus espaciadores variables, o mejor de tamaños y cantidades, en Megabases, no en Megabytes. Hablemos de estadística y métodos de hacerla y deshacerla. O no, dejemos eso para después. Platíquemos de incidencia y prevalencia, o de taxonomía, o mejor aún: de fisiopatología.

Ya sé mejor platícanos, a ver ¿por qué viniste a dar aquí?

O mejor aún dejémoslo todo para despuesito. Nos vemos en tres días.

Y al tercer día, todo sucedió con mucha calma. Relajado el asunto. Que les caí bien. Habrá que ver si entro en las prioridades de quien me va a mantener.

miércoles, agosto 12, 2009

Envío de afectos, retención de datos.

Hoy recibí correo de una amiga que extrañaba mucho desde que salí del llano. Hace unos días también recibí un mensaje de otro amigo que no escribe a menos que conteste algo que yo le haya enviado y como ya tenía rato sin escribirle, no sabía nada de él. Ambos mensajes me sacaron la sonrisa. Es que yo soy muy pinche, cuando estoy lejos no escribo, o lo hago muy rara vez y por eso la gente luego se olvida de mí. Este par del que hablo hoy tienen esa misma manía (o falta de). Que ambas personas me hayan comunicado sus afectos en la misma semana ha sido, además de muy agradable, muy oportuno. Por eso los quiero tanto (si soy bien cursi, pero soy cursi de clóset; o de bitácora).

Ya solamente me falta una llamada (o correo) que no llega, pero sé que no puede tardar mucho más. Y más que con cursilerías tiene que ver con burocracias: esas cosas que no pueden ser más que del diablo o de un dios con un humor muy torcido. Esperaremos.

domingo, agosto 09, 2009

Singleton: Códigos oníricos.

Animal pequeño y horrible, nadie te quiere en su cabeza. Nadie quiere sufrir comezones vergonzosas por tu culpa y nadie descubrir tus asquerosos huevecillos mientras se peina. Pero yo tuve que encontrarme contigo cuando peinaba a un pobre chiquillo desconocido, o el día que intenté peinarme a las maneras de la abuela. Ahí estabas, tú y tus parientes con toda su desendencia, generando una imagen repulsiva para mí. Insecto detestable, cuando te descubro brincas a todos lados, lo mismo que toda tu comunidad. Parecen sentir mi mirada y volverse locos en el acto mientras el cuero cabelludo que observo está tapizado, blanco de liendroso. Asqueroso.

Despierto después de verte no solo con el asco, sino con el susto y la angustia. La última vez que apareciste murio mi padre, y antes de eso mi madre. Cuando mi hermana te encontró en la cabeza de su hija y despertó sudando, murió una tía. Todos conocemos el mensaje que traes entre tus seis patas. El problema es que no sabemos quién ni qué tan pronto.

En estos días te has aparecido en la cabeza de más de uno de nosotros. Los teléfonos suenan y todos dicen estar bien. Seguimos nuestras rutinas mientras esperamos que sea un error, que sea culpa del sudor por el calor nocturno o un fastidioso mosquito, y que no te vuelvas a aparecer, al menos en un buen rato.

miércoles, agosto 05, 2009

No debería enumerar estas cosas.

Son días rijosos. Hasta las lluvias se niegan a llegar en forma. Primero se tardan varios días, luego llegan de golpe, arrasando con lo más suceptible: el campo, las casas aledañas a los ríos de aguas negras, la gente que vive bajo cartones. Parecen llegar con más ganas de echar bronca que de aplacar al inclemente sol.

Yo también ando de rijosa, primero porque no soporto un calor que a estas alturas no debería estarse sintiendo tan seguido y por tanto tiempo, luego porque el agua se nos niega, porque desde hace dos meses los del cable nos deben una instalación adicional y soy yo la que me tengo que estar peleando porque el contrato está a mi nombre, porque no hay con qué, porque estoy en trámites y por estar en trámites no me dan ni un quinto (ni tienen por qué, claro está), porque a la rodilla derecha se le ocurre decirme que estoy más vieja de lo que creo y se pone a hincharse y dolerme por nosequé; porque ahora que adoro a mi pequeño gato, mi hermano parece haber desarrollado una respuesta alérgica a él y porque los malditos moscos parecen haberse vuelto resistentes a las placas de insecticida. Odiosos ellos.

Y pa'acabarla, todo mi plan de miércoles se hace nada, así, en un ratito. Pero bueno, ya veremos que dice el jueves, a ver si se porta más amable conmigo. Conmigo, porque el resto de los asuntos de por acá, dudo mucho que se compongan pronto.

Ni tan pinche el miércoles. Balance positivo. ^_^

martes, julio 28, 2009

He sido un gato consentido...

Cuando tengo mucho trabajo y no he dormido bien me da por decir que me gustaría ser un gato para llevar una vida que consista en comer, dormir, jugar, dormir, cariñitos, comer y dormir. Pero cuando no tengo qué hacer (ni dinero para matar el ocio con múltiples actividades lúdicas o viajecitos cortos) y ejecuto ese plan de vida felino, me harto pronto, me pongo de malas y parezco más bien león enjaulado. Efectivamente, no hay quien me entienda. Bueno sí hay, aunque más que entenderme me dan el avión y con eso todos somos felices como lombrices.

Después de unas semanitas de nohacernada ya estaba a punto de perder la poca cordura que me queda, cuando entré a mi pequeño cuarto de repatriada y dije: aquí es dónde. Y que muevo todo de lugar. El punto es que mi cuartito de repatriada es muy acogedor (por no decir diminuto), entonces mover todo de lugar sin sacar todo mi tilichero a la sala es como jugar a esos rompecabezas que tenían 15 cuadritos contenidos en un cuadrote de 4x4, y que tenías arreglártelas para acomodarlos teniendo como espacio libre solamente lo de un cuadrito. Así merito fue. Después de dos horas, creo, logré pasar del arreglo A al arreglo B:

E: Escritorio de mazapán. S: silla.
T: Tambo para garrero sucio. P=Puff
M=Mesita para chucherías.

La ventaja principal es que tengo mejor iluminación cuando trabajo de día y, aunque parezca que no, menos luz en la cara cuando me quiero levantar tarde. Y sí, descargué toda mi ansiedad de nohacernada. Pero de todos modo ya estoy tomando mis precauciones para evitar un próximo ataque.

PD. No compren escritorios de mazapan Ofisdipot, tuve que aplicar resistol blanco de carpintero para que volviera a armar. Ash.

domingo, julio 26, 2009

Extraña visión de un futuro improbable.

¿La pianista? Sí, claro, es talentosísima. ¿Ya vio la edad que tiene? ¡Es una criatura! Por supuesto que es hermosa y, además, muy inteligente. Oigan, por favor dejen de pelear ¿por qué siempre quieren imponerse las ideas? Está visto que nunca van a convencerse entre sí. Silencio, no quiero escuchar más sus alegatos, no es lugar para necedades.

Cada vez que volteo a verme las manos me descubro una nueva mancha; y cada vez que me veo al espejo, sé que tengo más arrugas, aunque ya no sepa cuáles son las nuevas. Lo mismo que con las canas. La viudez no me ayuda en nada, creo que he envejecido más desde que soy viuda. Estos muchachos no se cansan nunca, a sus años y todavía entretenidos con semejantes tonteras. El abogado y el artista visual (¿qué tiene de malo lo de pintor?) arreglando el mundo desde una butaca, pero eso sí, cada uno con sus métodos e ideolgía. Zoquetes.

Tercera llamada, jóvenes. Ahora sí compórtense, déjenme disfrutar el concierto de su hermana. ¿Perdón? Sí señora, así es. Claro, ¿pues qué otra cosa podría decir yo que soy su madre?

  • No quiero volver a tener un sueño semejante en toda mi vida.

viernes, julio 24, 2009

Nota: Las vísceras hablan

Yo no sé nada de música, pero cuando la flauta surge tímida detrás de las vanidosas cuerdas que guardan silencio por un momento, siento muy, pero muy bonito.

jueves, julio 23, 2009

Cambio de Imagen.

Finalmente me decidí a cambiar de look. Tenía muchas ganas de que la bitacorita se viera diferente, ya saben, esas ganas de las mujeres de cambiar siempre que sea posible (en realidad lo que debería hacer es ir a cortarme el pelo y comprarme ropa... tal vez lo haga).

Tal vez después me anime a cambiar de colores. ¡Uy, qué loco! Nah.

UPDATE: ¡Lo hice, lo hice! ¡Cambie de colores! Y quedaron bien padriurix, ¿a poco no?

miércoles, julio 22, 2009

De la luna y los televisores.

Por ese entonces casi nadie tenía un televisor en Uruapan. Los pocos que lo habían comprado descubrieron que tanto cerro alrededor no dejaba pasar la señal. Acabó siendo ahí un invento inútil. Pero luego llegó el cable. Por sus condiciones, Uruapan fue de las primeras ciudades del país en contar con servicio de cable. Entonces sí, llegaban filas de trailers con televisores, las tiendas tenían lista de espera; todos querían tener su Philco, su Majestic, su Telefunken. Los grandes eventos venideros aumentaron la demanda. Pero tampoco eran aparatos muy accesibles, especialmente los de color. Así que hace 40 años, cada padre de familia tomó su gente y la llevó a la Plaza a ver cómo un ser humano pisaba por primera vez el suelo lunar.

En la plaza había varios puestos con televisores, para que todos pudieran ser testigos del evento. Había gran expectación porque la Coca-Cola se había encargado de hacer tanta publicidad como le fue posible. Repartía folletos con dibujos de todas las naves que se habían lanzado al espacio (incluyendo, por supuesto, las rusas) y llevaron un simulador de vuelo espacial, un cohetito en el que te encerraban y adentro del cual había una televisión a colores que mostraba como se desplazaba el espacio frente a tí mientras el artefacto se movía. Las filas para subirse eran enormes. En el radio se escuchaba mucha publicidad que de fondo tenía la pieza Así Habló Zaratrusta, de Strauss. En ese entonces no sabíamos que ya se había estrenado 2001: Odisea en el espacio de Stanley Kubrick.

Eran entre ocho y nueve de la noche. Había vendimia, pero todo el mundo estaba en silencio. Las televisiones sintonizaban el canal 2 del Telesistema Mexicano y se escuchaban las voces de Jacobo Zabludovski y Miguel Alemán. Neil Armstrong bajó del módulo lunar y dijo la frase que se volvería célebre en el acto. Mientras, todos en la plaza observaban atentos a los televisores, y de vez en cuando volteaban a ver a la Luna. Sí, ahí estaba sucediendo todo.

Fueron años interesantes. Un año antes también habíamos ido a la plaza a ver las olimpiadas del 68'; incluyendo la boda de Vera Chavlaska en la Catedral Metropolitana; un año después, volvimos para ver el mundial de México 70'. Hasta que la tienda Majestic y otras acabaron por dotar a cada casa de su televisor.

¿De verdad estaban emocionados?
Imagínate, es como si ahorita te anunciaran la primera misión tripulada a Marte. ¿Qué sentirías?

¿Qué sentirían?

domingo, julio 19, 2009

La pura verdad.

El cartón más reciente de Jorge Cham es una joya:


"Go to PNAS". ¡Muero de risa! Véanlo completo (y el anterior que es el primero de la serie) aquí.

(Por cierto, PLoS trabaja exactamente al revés, una vez que los revisores aprueban tu trabajo pagas por que te publiquen y luego todo el mundo lo lee gratis).

sábado, julio 18, 2009

Singleton: Gracias por la visita.

Desperté con la sensación de que aún no era hora de levantarme, no había descansado lo suficiente y la luz que entraba por la ventana era muy tenue todavía. Cerré los ojos y me retorcí entre las sábanas. Sentí tu presencia; si todavía estabas en la cama, definitivamente era muy temprano para que yo despertara.

Cuando volví a recuperar la conciencia ya no estabas, pero tampoco se escuchaba un sólo ruido en la casa que diera indicios de que habías iniciados tus actividades obsesivas. ¿Dónde estabas? ¿A dónde te habías ido? ¿De verdad habías pasado la noche aquí? No, no, algo no está bien. Me incorporé y recorrí mentalmente las habitaciones de la casa. En la que estaba al fondo del pasillo dormía Lalo, enseguida estaba el cuarto de Miguel y abajo el de Mariana. Sólo había espacio para ti en mi cuarto, pero ¿por qué? ¿Por qué llegaste a dormir conmigo? Tú ni siquiera vives aquí, sino en Jaruata, con mi hermana.

Sentí un mareo. Tuve que cerrar los ojos y respirar profundo. A ver, tú no estabas aquí, ni estás en Jaruata tampoco, porque tú (y entonces todo fue muy claro) ya no estás viva...

Me levanté y en lo único en lo que he podido pensar en todo el día es en que se me olvidó tu muerte, tanto que te sentí durmiendo a mi lado, como cuando regresaba del rancho, cansada y harta de todo, y te quedabas conmigo para calmar mi ansiedad. ¿Cómo se me pudo olvidar si apenas hace tres días fui a visitarte, a ti y a mi padre, en sus nuevos nichos? Me estaré volviendo loca.

Eso o tal vez quisiste regresarme la visita. Tú siempre tan cortés.

miércoles, julio 15, 2009

De colores...

Mis colores favoritos son, en orden: negro, azul marino, guinda, café, morado y gris. En cambio, creo que el amarillo es el color más odioso que puede tener una prenda, un coche o una casa. Y sin embargo, tengo una atracción infantil hacia las colecciones de objetos semejantes de muchos colores: un muestrario de estambres o hilos de una mercería, o un aparador de telas, de zapatos, de bolsas, de vajillas, o cajas de 24 colores o más. Me fascina que en las tiendas de ropa agrupen todo por colores y no por modelos, soy feliz jugando con muestrarios de pinturas y los puestos de flores de los mercados llaman mi atención cada vez que paso frente a ellos. Bueno, no sólo los de flores; Violeta publicó en su blog, hace ya un rato, unas fotos del Mercado de San Juan que me gustaron mucho por los colores del montón de frutas, dulces y piñatas. Las colecciones coloridas ejercen una atracción sobre mí tal, que las pocas veces que he intentado hacer manualidades (como tejer y bordar) fueron solo para comprar muchos hilos o estambre de colores. Lástima que la motivación no alcance para más de tres bufandas (ya me hice de los muchos hilos, lo demás no importa, pero quiero hacer notar que tres bufandas es todo un logro para mí).

Ayer cuando pregunté por los sabores de té que tenían en Café-Café, me hicieron la tarde llevándome una cajita con una colección de sobres de tés de muchos, muchos colores. Me brillaron los ojitos, y más cuando leía los extraños sabores a los que correspondía cada color. Hasta la conversación que estaba teniendo se vio interrumpida, no porque ya no escuchara, sino porque, tal vez, hablarle a alguien que parece (énfasis en parece) más interesado en bolsitas de papel que en lo que le estás diciendo puede ser poco motivante. Ups. Jugué tantito, escogí un sobre y volví a la conversación.

Tengo costumbres lúdicas tan simples, que no sé cómo la gente seria me aguanta.

domingo, julio 12, 2009

Angachuén.

Los actos de los lunes y demás ceremonias escolares son los eventos con los que nos enseñan que en esta vida hay protocolos, que hay niveles de solemnidad y de reconocimiento, y desde que estamos en edad escolar tenemos que atender un número incontable de reglas, aunque después (tal vez por eso mismo) acabemos aborreciéndolas. No importa si la escuela es religiosa o no, es particular o pública, urbana o rural, en la zona más elegante o el barrio más paupérrimo, las ceremonias siguen la misma línea en casi todos lados (bueno, no sé cómo sean en las escuelas tipo Montessori, o si hacen ese tipo de cosas, con eso de que ahí todo es libertad y gozo).

Vamos a Angachuén, para que conozcas las clausuras de las escuelas de rancho. Ya las conozco, pero hace mucho que no voy a una; sí voy.

Angachuén es una comunidad que en el 2005 registró 85 habitantes y que está en la zona aguacatera de Michoacán. La escuela tiene sólo tres grupos: 1º-2º, 3º-4º, 5º-6º. En comunidades tan pequeñas, el que los niños terminen la primaria sigue siendo un evento .

Es la escuela más pobrecita de la zona. Me imaginé cualquier cosa; he visto escuelas rurales "pobrecitas": acceso difícil, pocos alumnos, salones en pésimo estado. Además es tiempo de lluvias. El camino está pavimentado. Gracias.

Desde los días de la contigencia se dieron instrucciones organizar ceremonias muy breves, así que el asunto fue muy rápido: Acto cívico (con cambio de escolta), Poema recitado por la niña del mejor promedio de 6º, Palabras de despedida por la mejor alumna de 5º, Reconocimientos a los mejores promedios por grado, Entrada de los alumnos de 6º, Entrega de certificados, Clausura. ¿Qué tanto puede tardar una ceremonia de clausura con un grupo de 6 graduados? Sin bailes regionales, sin poemas corales, sin vals (gracias por no poner a las niñas en horribles vestidos color pastel; sí, lo digo con resentimiento). Me dió gusto conocer la escuela, porque ví que hay gente que sí trabaja para que el entorno en el que los niños van a aprender sea agradable. Digo, si es zona aguacatera, que se note ¿o no?

Cancha techada. Nada de actos a rayo de sol o bajo la lluvia.

Dos de los tres salones. Jardín podadito, con arbustos y toda la cosa.

En lo que empieza el acto y después de que termina, hay que aprovechar para jugar a las canicas.

Los niños me enseñaron sus canicas favoritas.


Luego la mamá de la niña que sacó el mejor promedio de 6º nos invitó a comer a su casa, bajo ciruelos y árboles de aguacate. La señora se despedía de la primaria después de haber mandado ahí a más de 10 hijos (dicen que 16; y la vieran, tan maciza). Muy rico. Esa gente siempre atiende muy bien a sus invitados, por eso me gusta ir.

Fotos del camino:
Carretera libre a Uruapan.

Camino rural a Angachuén.

De regreso a Morelia, por la autopista, nos agarró la lluvia. No me había tocado ver a un rayo caer muy cerca; esta vez lo ví (y oí) a un costado de la carretera. Me dolieron los oídos.

Después de la tormenta.

sábado, julio 11, 2009

Nota: Con Ch.

Qué tan mal estaremos, que la chingada, así como anda, puede cargar con nosotros.

viernes, julio 03, 2009

Singleton: Laberinto.

Afortunadamente en este complicado laberinto siempre hay una sombra y un techo, para cubrirse del sol y de las tormentas fuertes.
Afortunadamente siempre hay también un lugarcito para treparse y escapar de los ríos de aguas turbias que siguen a las grandes tormentas, y un rinconcito donde da el sol de lleno para secarse antes de que el moho nos crezca entre los pliegues.
Afortunadamente también, los pasillos más largos no han sido nunca callejones sin salida; cuando hemos topado con pared, la media vuelta y el regreso no han sido hasta ahora demasiado dolorosos ni tan pesados como para preferir quedarse en ese prematuro fin a esperar que el tiempo acabe con la odiosa barrera o con nosotros mismos.
Afortunadamente, en este laberinto interminable, a veces te encuentro o a veces me encuentras, y por esos pasillos largos que no han sido nunca callejones sin salida, andamos en par hasta el próximo cruce, hasta el siguiente muro.

lunes, junio 29, 2009

Matemáticas del diario.

Los estudiantes de preparatoria que no encuentran a la biología, la química, la física y las matemáticas interesantes per se necesitan encontrar una justificación práctica para cursar esas materias en el bachillerato. Mi asesorada es un claro ejemplo. Aún recuerdo a mis compañeros de prepa decir en el cuarto semestre ¿Para qué quiero llevar introducción al cálculo si voy a ser Licenciado en Administración o en Derecho? Algo tienen de razón, no lo quieren, no les gusta, no lo van a usar para calcular impuestos ni para ganar un caso. Pero hay matemáticas que todos debemos aprender, nos vayamos a dedicar a la Academia en el área de biológicas, sociales, físico-matemáticas, o trabajemos en mercadotecnia, psicología, sociología, economía, epidemiología, en educación, de comerciantes; o si estamos desempleados por la crisis, ése conocimiento nos ayudaría a entender ese desastre. Se trata de probabilidad y estadística. Y esto sale a colación por una charla del matemático Arthur Benjamin en la que habla al respecto, y que me encontré en GAS. En mi prepa no llevamos probabilidad y estadística. Bú.

La charla aquí:

Hay k cr brebs, pero no tanto.

Hace varios domingos, como a la 5 de la tarde recibí una llamada. Me preguntaron si podía hacerle un favor a la hija de un amigo de quien me hablaba. La muchachita era una estudiante de preparatoria que estaba teniendo serios problemas con la química, y pues siendo yo química farmacobióloga (uf) y maestra en ciencias (doble uf) pues tal vez podría sacar del hoyo a la chica. Sus papás estaban muy preocupados porque era la única materia que amenazaba con manchar una boleta de calificaciones digna de presumir. Yo había estado muy apática y no había hecho plan alguno para salir, así que dije que sí. La chica me llamó y me dijo si me podía preguntar algunas cosas por teléfono. Sí, claro. Pero las cosas eran problemas, no conceptos. Como sea intenté orientarla con el primero, supuse que era el tema de clase y acabaríamos pronto. Pero no, siguió con otros problemas más difíciles de explicar por teléfono, especialmente si el que te escucha tiene problemas con la materia. Una hora después ella estaba en mi casa, con lo que parecía ser una guía de exámen.

Saqué una libreta y nos pusimos a resolver los problemas. Yo explicaba el primero de la serie y ella debía resolver el resto. No lo hacía mal, no es que tuviera problemas de comprensión, simplemente no le gustaba la química y la había ignorado por completo todo el semestre. Cuando llevábamos dos horas y ella insistía en seguir, le pregunte si era examen final o extraordinario, dijo que final, que no queríar llega a extra. ¿Cuándo lo tienes? Mañana. Mi vida.

Hubo un momento en que tuvo que responder a un por qué de su guía, me lo platicó desordenadamente, así que le dije que lo escribiera. Y escribió: xk el o es + elektronegativo (tardó un poquito en ecribir la última palabra). Me quedé viendo a la oración. Creo que le dió pena y borró todo. Ay, sí, es que escribo como en el chat, siempre me regañan por eso. Sí, regáñenlos. Mucho y severamente. Y póngalos a escribir palabras de más de tres sílabas, por favor.

Como sea, por estos días me hicieron saber que pasó con ocho. Fue un favor, pero para la otra ya voy a cobrar.

sábado, junio 27, 2009

Nota: Bola de...

¿En qué momento se le ocurrió a un ser "pensante" que manifestar su virulento odio hacia una niña por ser la actriz de la publicidad de un partido político era una buena idea? Digo, el partido sí saca ronchas (como todos), pero la niña qué culpa tiene.


De que los hay, los hay, no cabe duda (y lo peor es que son muchos).

sábado, junio 20, 2009

Explícame eso de las vísceras.

La primera vez que dije, que escribí que sí, me dolió el estómago, se me erizaron los vellitos, toda la cavidad abdominal se contrajo de repente y sentí náuseas. Era miedo. Qué torpe. ¿Cómo iba a tener miedo a estas alturas? Tanta espera, tanto hacer para decir que no a la primera por un dolor de panza. Seguí escribiendo y mandé el mensaje. Todo lo que siguió fue un desastre. Con el tiempo la ansiedad y el asco fueron tales que no pude contenerme, finalmente vomité y me fui. En ese momento se detuvieron las contracciones abdominales, desaparecieron los escalofríos y el dolor de estómago. Otra vez que dije, ahora de frente, que sí, de nuevo se contrajo la cavidad abdominal y se erizaron los vellos, pero esta vez no había náuseas ni dolor. Era entusiasmo, uno desbordado e irracional, podría decirse que sin sentido. No desapareció mientras duró el compromiso, lo cual acabó conmigo, aunque no me quejaba en lo absoluto. Otras veces la náusea se presentaba antes de decir nada, y desaparecía al decir que no, o que sí. Para entonces ya sabía que si la náusea persistía era momento de buscar la manera de retractarse.

Pero eso no siempre es posible

Siempre hay una manera, pero no siempre son maneras que te gusten.

¿Y si es el caso?

Te chingas, hasta que encuentres la vía de salida que más te acomode. Pero eso puede llevar mucho tiempo.

No me agrada. Debe ser agotador, además de molesto estar sintiendo cosas en el estómago cada vez que vas a decidir algo, es decir, siempre.

Por eso odio tomar decisiones. P
ero la verdad es que muchas veces he dicho que sí o que no sin sentir nada.

¿Por ejemplo?

Puros casos intrascendentes.

Las vísceras sustituyen a tu cerebro, ¿te das cuenta?


No querido, te equivocas, no es así. El cerebro me plantea los dos escenarios, con beneficios y sacrificios. Las vísceras me comunican de manera inequívoca si estoy dispuesta a soportar los sacrificios.

Bueno, y cambiando de escenario ¿qué te dijeron tus vísceras ese día?


¿Ese día? Fueron muy claras, como siempre. Cuando desperté y noté que no había náuseas, ni dolor, ni agitación, supe que había hecho lo correcto.


Decreto.

Definitivamente los comentarios se van a ver, de ahora en adelante, en ventanitas emergentes, creo que es mas cómodo. He dicho.

Gracias por su atención, vayan en paz.

sábado, junio 13, 2009

Minino

Ha sido mucho mi chillar acerca del gato que ya no tengo y las ganas que tener otro. Bueno, pues se acabó.

Ayer fui al llano en breve visita. Me traje un par de documentos que requería y un bonito regalo de la buena de Ceci. Su gata se reprodujo y me regaló uno de los cachorros. Es gris on patitas blancas, casi como mi gato de peluche, Palitroche.

Ahora necesito un nombre. Mientras, conózcanlo:

Lo quiero mucho.

jueves, junio 11, 2009

Yo quería ser Ellie Arroway.

Después de mi fracaso como espectadora de lo contemporáneo, me puse a ver qué otros eventos había en la ciudad que pudieran llamar mi atención y encontré algunos. En el proceso acabé recordando mis años mozos (más mozos).

Me acordé de la que una vez fuera mi mejoramigahermanadelalmabestfriendforever. Vivimos nuestro capítulo de amistad adolescente completito, con todo y la parte de "el chavo que me gusta está enamorado de mi mejor amiga". Pero como éramos inseparables, semejante conflicto nos hizo lo que el viento a Juárez. Su familia tenía una propiedad en las afueras de un pueblito simpático a donde una vez me invitó a pasar las vacaciones de semana santa. Por la noche subíamos a la azotea a ver el cielo. Fue la primera vez que ví las estrellas sin la contaminación de las luces de la ciudad con toda la calma del mundo. Estaba enamorada de ese cielo. La afición por lo que sea que existiese allá afuera fue, de hecho, una de las cosas por las que nos caímos bien.

Por ese entonces creíamos que íbamos a ser astrónomas, que íbamos a conseguir recursos para poner un centro de investigación que pretendía buscar señales de vida extraterrestre, casi nos infartamos de la emoción cuando nos enteramos que existía el VLA, en Nuevo México y la película Contacto fue el gran evento de nuestra ñoña adolescencia. Tal era nuestra euforia que mi visita al rancho en realidad tenía el fin de que conociera los terrenos de nuestro futuro centro astronómico: Una peña que sobresalía del resto de la cadena montañosa que rodeaba al pueblo, sobre la cual mi amiga decía que toda su familia había visto un objeto volador no identificado de movimientos extraños e imposibles de realizar por cualquier nave de fabricación humana (esa historia me enganchó, debo decirlo; después de todo, ella había visto un OVNI, su mamá confirmaba la historia, y yo estaba en el lugar de los hechos, o sea, ¡qué impresión!). Recuerdo claramente haber hecho un "plano" del hipotético edificio y un acuerdo de algo así como 10 puntos que definían los medios que requeríamos y los fines que perseguíamos, con nuestras firmas de entonces y con fechas para una próxima reunión de evaluación, por si se requería modificar algo. Jurábamos que habiendo iniciado la planeación tan pronto en nuestra vidas tendríamos el éxito asegurado. Por lo pronto sabíamos que tendríamos que hacer el bachillerato en Físico-Matématicas, entrar a la carrera de Físico-Matemáticas y luego volvernos Astrónomas. La vida resuelta.

Pero no. Nunca tuvimos la siguiente reunión, durante la prepa nos separamos y cada quién encontró nuevos gustos, yo me topé con la bioquímica y alguien me habló de genes. Fin de mis aspiraciones astronómicas. Ella ahora es Licenciada en Administración, o algo así. Y no lo sé con certeza porque desde hace muchos años ya no somos amigas. Ja.

Así que lo que me queda de aquella intención de descubrir la vida extraterrestre por medios no místicos, son las ganas de asistir al ciclo de cine conmemorativo del Año Astronómico, que tiene el pilón de las pláticas de astrónomos que te hablan del tema que aborda la película y aclaran las cosas que no pueden ser más que ficción. La idea es que la gente se entere, pregunte y aprenda. Por supuesto, Contacto es parte de la cartelera, y todo es gratis.

Y para que todo encaje maravillosamente, me acaban de decir que la próxima semana hay una reunión con ex-compañeros de la secundaria. Habrá que ir a ver qué hay de nuevo.

martes, junio 09, 2009

Con una chingada.

O con dos.

A ver si mañana resulta un día mejor.

sábado, junio 06, 2009

Nota: Discapacidad

Definitivamente estoy incapacitada para apreciar todo lo que lleve el adjetivo "contemporáneo". Especialmente si sólo son percusiones.

Aunque debo admitir que al final, casi, ca-si, logran hacerme sentir algo. Pero no. Afortunadamente, esta discapacidad no es una de las cosas que me quita el sueño.

miércoles, junio 03, 2009

SIngleton: Testigo.

Ojitos, ojitos negros, miren bien. Cada detalle, cada tono de gris, cada tono de azul, cada rayo de luz y cada sombra. Ojitos, no parpadeen, no se distraigan con el perro que pasa entre los pies, con el niño que vende, con la señora que pide. No. Es el viento entre el pelo, es la sonrisa, la lágrima, el entrecejo, la comisura. Eso es. Las manos que juegan, el libro abandonado, el balanceo. La esperanza. ¿La vieron? Eso es ojitos, no se distraigan, miren bien, que de eso se trata.

martes, junio 02, 2009

Las mil cumbres.

Pues no fue un viaje de varios días, así que eso sigue pendiente, pero llevo dos fines de semana llendo a comer a la región de Mil Cumbres. El sitio más bonito fue al que fuimos el domingo pasado,a un cumpleaños. Era una comunidad que está rumbo al pueblo de La Escalera. Casa de campo, modesta, comedor con arcos sin vidrios que dejan ver muy bien el paisaje: bosque. Llovió mientras comíamos y se despejó después. Cursi como yo sola, no pude contra eso, me rendí al paisaje. Cerca de ahí había un voladero donde la gente salta en algo parecido a un paracaídas. No nos quedamos con las ganas y fuimos a conocer. Y ahí nos quedamos, parados frente a la inmensidad del voladero, de la fosa que estaba a nuestros pies. Al fondo, las mil cumbres del eje volcánico transversal, a ratos iluminadas por el sol, a ratos cubiertas por las nubes, nos hicieron la tarde. Abajo, el pueblo de Agua Fría presumía una iglesia blanca que resaltaba entre tanto huizache verde. Alrededor las casitas salpicadas de un piso con techo inclinado y rodeadas por una cerca de madera, con vacas y huertas familiares armaban un paisaje del granja de libro de texo. A lo lejos otro pueblo parecido con un pequeño estanque. Mas allá, sobre una loma otro más. Desde los más de dos mil metros de altura a los que nos encontrábamos, todos parecían pequeñas maquetas de diminutos elementos. Bajo nuestros pies, no sé a cuantos metros un niderío de golondrinas. En lo alto algo que parecía un águila volaba oronda reconociendo el terreno.

El bosque.

Vista desde el comedor. Tierras de cultivo de los lugareños.


Cabañas para el turista. El fondo se ve gris por la humedad.



Las mil cumbres. Las partes bajas tienen un clima más cálido y predominan los huizaches.

Monito en parapente.

´Iglesia del pueblo de Agua Fría

Amenazaba con volver a llover y la antigua carretera a México tiene su mala fama a la que no hay que retar en tiempos de lluvias. Que llueva, pero que para entonces estemos en Morelia.


lunes, junio 01, 2009

Nota: Estoy enamorada...

Amo, adoro, idolatro, soy totalmente dependiente de:


Es justo lo que mi hipocampo disfuncional necesitaba. No es perfecto pero sí me saca de apuros y sé que con el tiempo será mejor. Vayan, píquenle al enlace y conozcan a mi nuevo soft-amor (sí, búrlense de mí, como ustedes no tienen ese telarañero en la cabeza no me entienden, snif).

Marquito, gracias por presentármelo.


(Pronto un post de a devis)

domingo, mayo 31, 2009

Todo es tan relativo.

En la ciudad:

Señora de la casa: ¡Ay, que no llueva! ¡Tengo que salir! ¡Se me va a mojar la ropa!
Muchacho de Chiquimitío: Yo sí quiero que llueva.
Señora: ¿Por qué?
Muchacho: Es que si no, lo que sembramos se va a secar.

...

Muchacho: Mañana se casa un tío. Pensamos que ya no se iba a casar. ¡Ya está bien viejo! Tiene 28.
Ana: (cara dolor en donde sea que se aloje la negación) ¡Ay! No está tan viejo... yo tengo 27.
Muchacho: Ah... es que... a él sí se le notan.

sábado, mayo 30, 2009

Miau.

El gato se acostaba sobre mi panza cuando me dolía y su calorcito era terapéutico. Nos seguía a todos lados para dormir la siesta a cualquier hora del día en el mismo cuarto donde estuviéramos nosotros. Era un aragán ejemplar. Yo lo quería un montón y lo extraño mucho. Ojalá volviera, pero no va a suceder.

Quiero un gato. Mis hermanos piden un perro. Mi madre no quiere saber nada de mascotas.

Me duele la panza. Miau.

jueves, mayo 28, 2009

Tengo ganas de salir.

Tengo ganas de un viaje de varios días, de preferencia a un lugar montañoso o un sitio arqueológico, o a un tour por muchos pueblos pintorescos que no conozca. ¿A dónde será bueno?

domingo, mayo 24, 2009

Singleton: Punto y aparte.

Perdóname amor por estos días y los de antes, por esas tardes y sus noches, por lo dicho, pero sobre todo por lo callado; por mi insistencia, mi falta de claridad y por tanta distancia. Perdóname por estas lágrimas que son tan necias que han de mostrarse en abundancia sin importarles si les van a las palabras, por aún necesitarte y no ser capaz de ir a buscarte, por ser tan sensible a la nostalgia y confundirla todavía con el estado de gracia aquél en el que por tanto tiempo nos encontramos. Disculpa la debilidad y el cansacio de mi ser que me impide acompañarte por lo que resta del camino que ya no andamos. Perdóname amor por el cariño y por los daños, por este adiós tan esperado y tan forzadamente aplazado, por haberlo hecho llegar ahora justo ahora, que ya no podía negarlo y cuando ya lo habías olvidado. Perdóname amor, y si lo haces, te perdonaré haber sido tan dolorosamente adorable precisamente el día en que ya no había marcha atrás.

martes, mayo 19, 2009

Texto harto cursi inspirado por mi café de la tarde.

En las mañanas ando un poco del tingo al tango, como dice Marco; en las tardes y noches más bien estoy pegada a una silla, con la computadora enfrente sin mucho tiempo de ver el Reader y comentar porque como todavía no logro que mi hipocampo funcione decentemente pues necesito todo el tiempo disponible para leer y releer lo que luego tengo que acomodar, reacomodar y escribir. Pero me tenía que dar una vuelta para anunciar públicamente mi beneplácito por el inicio de la temporada de lluvias. Desmemoriada como soy, siempre satanizo a Mayo desde el día primero hasta el día último, aunque mi madre me corrige anualmente diciendo que en la segunda mitad del mes ya está lloviendo como Dios manda (y como yo demando). Para los festejos del día del maestro siempre nos agarra la lluvia, dice, pero a mí siempre se me olvida. Hoy, día de San Isidro, dijo el viernes una mujer que estaba sentada delante de mí en el camión en el que recorría el llano en breve visita, empiezan las lluvias. Siendo su padre campesino, en su casa estaban muy concientes de la fecha, que era referencia para preparar la tierra.

San Isidro Labrador trajo las aguas puntualmente, el mero 15 y desde temprano; habría aguado los festejos de los maestros, pero le ganó la contingencia. Llueve por fin, y es un alivio. Se aglutinan las nubes y se dejan caer, a veces moderadamente, a veces en un violento acto suicida en el que parece que nos quieren llevar entre las patas. En estos días mi cabeza también anda del tingo al tango. Nada nuevo. Pero es mucho más agradable cuando lo hace rodeada del ruidito de la lluvia y del olor a tierra mojada, en tardes frescas de cielos grises. Así, el café sabe más bueno.

Antes de que envejezca y las prohibiciones para bien morir limiten mi vida, tendré que aprovechar estas temporadas para acabar hecha una sopa cuantas veces sea posible. Hasta ahora la más cursi de todas la veces que quedé empapada fue en el muelle del Lago de Pátzcuaro; la más triste fue una vez que no quería llegar a mi casa, por alguna razón se me había caído el mundo y me fui caminando a pesar de la lluvia. La más alegre fue una vez que lo hice con varios amigos y nos reíamos de cualquier estupidez y de nuestros pelos escurridos. La que más añoro fue una vez que iba toda enamorada con el objeto de mi enamoramiento y hacía el ridículo mientras él se divertía viéndome disfrutar algo que a él se le hacía más bien molesto, hasta ese día. Hubo un par de ocasiones odiosas en las que tenía que llegar presentable a algún lugar. Pero eso sí, hasta donde recuerdo, nunca me he enfermado gravemente por quedar hecha una sopa; y también desde que me acuerdo, durante o después de la lluvia siempre he tomado un chocolate o un café que redondea la tarde y me da mucha, pero mucha paz y, como en este caso, ganas de escribir.

sábado, mayo 09, 2009

Nota: Ya tengo tele.

Mi antigua Trinitron dejó de funcionar hace unas semanas. La nueva Samsung, que llegó hoy (y todos la recibimos amorosamente como a un cachorrito ávido de cariño, aceptación y alimentación -que en este caso se traduce a la cuota del cable de cada mes-), tiene la gracia de detectar los canales de audio que nos ofrece la compañía de cable y que la antigua Trinitron ignoraba a fuerza de no entender. Veremos qué tal resultan. Ahora sí podría participar para ganarme la temporada completa de Ogata's Modern Control Engineering, digo, para variarle un poco. Jojo.

Ya me voy; voy a ver una peli en mi tele nueva.

viernes, mayo 08, 2009

De chinos que no son de China.

Hace tiempo, estando en el llano, nos llamó la atención que una visitante de Cuba (si mal no recuerdo) preguntara que por qué en México les decíamos chinos a la gente de pelo rizado, si la gente de China es lacia. ¡Ah caray! ¿Pues que no en todo el mundo hispanoparlante les dicen chinos a los chinos (de pelo, no de nacionalidad)? Pues no. Curiosidades del idioma.

Hace rato me acordé de eso mientras platicaba con mis hermanos. Su pregunta fue la misma y me acordé del chiste aquél de la primaria que pregunta cuántos chinos hay en China y luego responde que ninguno porque todos son lacios (chiste blanco, qué se le va a hacer). Bueno, y entonces ¿por qué se les dice chinos a los chinos, si los chinos (de China) son lacios? A ver Google, contéstame.

Y me contestó. Me encontré un antiguo Vocabulario de mexicanismos: comprobado con ejemplos y comparado con los de otros paises hispano-americanos (por Joaquín García Icazbalceta), curiosidad del siglo XIX que dice entre otras cosas que China proviene del quichua china, que quiere decir muchacha, criada, sirvienta, y que es una palabra muy usada en toda hispanoamérica. Luego la Wikipedia dice que en la Nueva España se designaba chinos a toda una casta formada por "descendientes de lobo y negra, lobo e india, mulato e india" y demás combinaciones, quienes tenían "tres cuartas partes de sangre negra y un cuarto de sangre indígena", lo que resultaba en que la mayoría tenía el pelo rizado. Y de ahí pa'l real.

Como plus, en el vocabulario de García Icazbalceta también dice que la China en México también era una palabra que designaba a "una mujer del pueblo que vivía sin servir a nadie y con cierta holgura a expensas de un esposo o de un amante, o bien de su propia industria. Pertenecía a la raza mestiza, y se distinguía generalmente por su aseo, por la belleza de sus formas, que realzaba con un traje pintoresco, harto ligero y provocativo, no menos que por su andar airoso y desenfadado. Después de haber desaparecido de México las chinas permanecieron algún tiempo en Puebla, y de ahí les vino el nombre de poblanas." El artículo de la wiki trata, de hecho, sobre este personaje, y dice que lo de poblana es porque era del pueblo, y no necesariamente de Puebla.

Qué cosas.
 
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