domingo, julio 12, 2009

Angachuén.

Los actos de los lunes y demás ceremonias escolares son los eventos con los que nos enseñan que en esta vida hay protocolos, que hay niveles de solemnidad y de reconocimiento, y desde que estamos en edad escolar tenemos que atender un número incontable de reglas, aunque después (tal vez por eso mismo) acabemos aborreciéndolas. No importa si la escuela es religiosa o no, es particular o pública, urbana o rural, en la zona más elegante o el barrio más paupérrimo, las ceremonias siguen la misma línea en casi todos lados (bueno, no sé cómo sean en las escuelas tipo Montessori, o si hacen ese tipo de cosas, con eso de que ahí todo es libertad y gozo).

Vamos a Angachuén, para que conozcas las clausuras de las escuelas de rancho. Ya las conozco, pero hace mucho que no voy a una; sí voy.

Angachuén es una comunidad que en el 2005 registró 85 habitantes y que está en la zona aguacatera de Michoacán. La escuela tiene sólo tres grupos: 1º-2º, 3º-4º, 5º-6º. En comunidades tan pequeñas, el que los niños terminen la primaria sigue siendo un evento .

Es la escuela más pobrecita de la zona. Me imaginé cualquier cosa; he visto escuelas rurales "pobrecitas": acceso difícil, pocos alumnos, salones en pésimo estado. Además es tiempo de lluvias. El camino está pavimentado. Gracias.

Desde los días de la contigencia se dieron instrucciones organizar ceremonias muy breves, así que el asunto fue muy rápido: Acto cívico (con cambio de escolta), Poema recitado por la niña del mejor promedio de 6º, Palabras de despedida por la mejor alumna de 5º, Reconocimientos a los mejores promedios por grado, Entrada de los alumnos de 6º, Entrega de certificados, Clausura. ¿Qué tanto puede tardar una ceremonia de clausura con un grupo de 6 graduados? Sin bailes regionales, sin poemas corales, sin vals (gracias por no poner a las niñas en horribles vestidos color pastel; sí, lo digo con resentimiento). Me dió gusto conocer la escuela, porque ví que hay gente que sí trabaja para que el entorno en el que los niños van a aprender sea agradable. Digo, si es zona aguacatera, que se note ¿o no?

Cancha techada. Nada de actos a rayo de sol o bajo la lluvia.

Dos de los tres salones. Jardín podadito, con arbustos y toda la cosa.

En lo que empieza el acto y después de que termina, hay que aprovechar para jugar a las canicas.

Los niños me enseñaron sus canicas favoritas.


Luego la mamá de la niña que sacó el mejor promedio de 6º nos invitó a comer a su casa, bajo ciruelos y árboles de aguacate. La señora se despedía de la primaria después de haber mandado ahí a más de 10 hijos (dicen que 16; y la vieran, tan maciza). Muy rico. Esa gente siempre atiende muy bien a sus invitados, por eso me gusta ir.

Fotos del camino:
Carretera libre a Uruapan.

Camino rural a Angachuén.

De regreso a Morelia, por la autopista, nos agarró la lluvia. No me había tocado ver a un rayo caer muy cerca; esta vez lo ví (y oí) a un costado de la carretera. Me dolieron los oídos.

Después de la tormenta.

3 comentarios:

AA3 dijo...

Esa escuela primaria rural si rifa no como otras. ejem ejem.

Tu foto 1 de la tormenta me da miedo, la he visto en mis pesadillas. Así se pone el ambiente unos cuantos minutos antes del fin del mundo.

luis dijo...

yo he conocido escuelas más chirris. una de dos grupos 1-2-3 y 4-5-6 y otra de un solo grupo 1-6

Aura dijo...

Sí impresiona, llovía muy fuerte, con mucho viento y caían muchos rayos.

Yo también conocí hace mucho una escuela de un grupo, esa sí era pobrecita. No tenían baño.

 
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