martes, julio 28, 2009

He sido un gato consentido...

Cuando tengo mucho trabajo y no he dormido bien me da por decir que me gustaría ser un gato para llevar una vida que consista en comer, dormir, jugar, dormir, cariñitos, comer y dormir. Pero cuando no tengo qué hacer (ni dinero para matar el ocio con múltiples actividades lúdicas o viajecitos cortos) y ejecuto ese plan de vida felino, me harto pronto, me pongo de malas y parezco más bien león enjaulado. Efectivamente, no hay quien me entienda. Bueno sí hay, aunque más que entenderme me dan el avión y con eso todos somos felices como lombrices.

Después de unas semanitas de nohacernada ya estaba a punto de perder la poca cordura que me queda, cuando entré a mi pequeño cuarto de repatriada y dije: aquí es dónde. Y que muevo todo de lugar. El punto es que mi cuartito de repatriada es muy acogedor (por no decir diminuto), entonces mover todo de lugar sin sacar todo mi tilichero a la sala es como jugar a esos rompecabezas que tenían 15 cuadritos contenidos en un cuadrote de 4x4, y que tenías arreglártelas para acomodarlos teniendo como espacio libre solamente lo de un cuadrito. Así merito fue. Después de dos horas, creo, logré pasar del arreglo A al arreglo B:

E: Escritorio de mazapán. S: silla.
T: Tambo para garrero sucio. P=Puff
M=Mesita para chucherías.

La ventaja principal es que tengo mejor iluminación cuando trabajo de día y, aunque parezca que no, menos luz en la cara cuando me quiero levantar tarde. Y sí, descargué toda mi ansiedad de nohacernada. Pero de todos modo ya estoy tomando mis precauciones para evitar un próximo ataque.

PD. No compren escritorios de mazapan Ofisdipot, tuve que aplicar resistol blanco de carpintero para que volviera a armar. Ash.

domingo, julio 26, 2009

Extraña visión de un futuro improbable.

¿La pianista? Sí, claro, es talentosísima. ¿Ya vio la edad que tiene? ¡Es una criatura! Por supuesto que es hermosa y, además, muy inteligente. Oigan, por favor dejen de pelear ¿por qué siempre quieren imponerse las ideas? Está visto que nunca van a convencerse entre sí. Silencio, no quiero escuchar más sus alegatos, no es lugar para necedades.

Cada vez que volteo a verme las manos me descubro una nueva mancha; y cada vez que me veo al espejo, sé que tengo más arrugas, aunque ya no sepa cuáles son las nuevas. Lo mismo que con las canas. La viudez no me ayuda en nada, creo que he envejecido más desde que soy viuda. Estos muchachos no se cansan nunca, a sus años y todavía entretenidos con semejantes tonteras. El abogado y el artista visual (¿qué tiene de malo lo de pintor?) arreglando el mundo desde una butaca, pero eso sí, cada uno con sus métodos e ideolgía. Zoquetes.

Tercera llamada, jóvenes. Ahora sí compórtense, déjenme disfrutar el concierto de su hermana. ¿Perdón? Sí señora, así es. Claro, ¿pues qué otra cosa podría decir yo que soy su madre?

  • No quiero volver a tener un sueño semejante en toda mi vida.

viernes, julio 24, 2009

Nota: Las vísceras hablan

Yo no sé nada de música, pero cuando la flauta surge tímida detrás de las vanidosas cuerdas que guardan silencio por un momento, siento muy, pero muy bonito.

jueves, julio 23, 2009

Cambio de Imagen.

Finalmente me decidí a cambiar de look. Tenía muchas ganas de que la bitacorita se viera diferente, ya saben, esas ganas de las mujeres de cambiar siempre que sea posible (en realidad lo que debería hacer es ir a cortarme el pelo y comprarme ropa... tal vez lo haga).

Tal vez después me anime a cambiar de colores. ¡Uy, qué loco! Nah.

UPDATE: ¡Lo hice, lo hice! ¡Cambie de colores! Y quedaron bien padriurix, ¿a poco no?

miércoles, julio 22, 2009

De la luna y los televisores.

Por ese entonces casi nadie tenía un televisor en Uruapan. Los pocos que lo habían comprado descubrieron que tanto cerro alrededor no dejaba pasar la señal. Acabó siendo ahí un invento inútil. Pero luego llegó el cable. Por sus condiciones, Uruapan fue de las primeras ciudades del país en contar con servicio de cable. Entonces sí, llegaban filas de trailers con televisores, las tiendas tenían lista de espera; todos querían tener su Philco, su Majestic, su Telefunken. Los grandes eventos venideros aumentaron la demanda. Pero tampoco eran aparatos muy accesibles, especialmente los de color. Así que hace 40 años, cada padre de familia tomó su gente y la llevó a la Plaza a ver cómo un ser humano pisaba por primera vez el suelo lunar.

En la plaza había varios puestos con televisores, para que todos pudieran ser testigos del evento. Había gran expectación porque la Coca-Cola se había encargado de hacer tanta publicidad como le fue posible. Repartía folletos con dibujos de todas las naves que se habían lanzado al espacio (incluyendo, por supuesto, las rusas) y llevaron un simulador de vuelo espacial, un cohetito en el que te encerraban y adentro del cual había una televisión a colores que mostraba como se desplazaba el espacio frente a tí mientras el artefacto se movía. Las filas para subirse eran enormes. En el radio se escuchaba mucha publicidad que de fondo tenía la pieza Así Habló Zaratrusta, de Strauss. En ese entonces no sabíamos que ya se había estrenado 2001: Odisea en el espacio de Stanley Kubrick.

Eran entre ocho y nueve de la noche. Había vendimia, pero todo el mundo estaba en silencio. Las televisiones sintonizaban el canal 2 del Telesistema Mexicano y se escuchaban las voces de Jacobo Zabludovski y Miguel Alemán. Neil Armstrong bajó del módulo lunar y dijo la frase que se volvería célebre en el acto. Mientras, todos en la plaza observaban atentos a los televisores, y de vez en cuando volteaban a ver a la Luna. Sí, ahí estaba sucediendo todo.

Fueron años interesantes. Un año antes también habíamos ido a la plaza a ver las olimpiadas del 68'; incluyendo la boda de Vera Chavlaska en la Catedral Metropolitana; un año después, volvimos para ver el mundial de México 70'. Hasta que la tienda Majestic y otras acabaron por dotar a cada casa de su televisor.

¿De verdad estaban emocionados?
Imagínate, es como si ahorita te anunciaran la primera misión tripulada a Marte. ¿Qué sentirías?

¿Qué sentirían?

domingo, julio 19, 2009

La pura verdad.

El cartón más reciente de Jorge Cham es una joya:


"Go to PNAS". ¡Muero de risa! Véanlo completo (y el anterior que es el primero de la serie) aquí.

(Por cierto, PLoS trabaja exactamente al revés, una vez que los revisores aprueban tu trabajo pagas por que te publiquen y luego todo el mundo lo lee gratis).

sábado, julio 18, 2009

Singleton: Gracias por la visita.

Desperté con la sensación de que aún no era hora de levantarme, no había descansado lo suficiente y la luz que entraba por la ventana era muy tenue todavía. Cerré los ojos y me retorcí entre las sábanas. Sentí tu presencia; si todavía estabas en la cama, definitivamente era muy temprano para que yo despertara.

Cuando volví a recuperar la conciencia ya no estabas, pero tampoco se escuchaba un sólo ruido en la casa que diera indicios de que habías iniciados tus actividades obsesivas. ¿Dónde estabas? ¿A dónde te habías ido? ¿De verdad habías pasado la noche aquí? No, no, algo no está bien. Me incorporé y recorrí mentalmente las habitaciones de la casa. En la que estaba al fondo del pasillo dormía Lalo, enseguida estaba el cuarto de Miguel y abajo el de Mariana. Sólo había espacio para ti en mi cuarto, pero ¿por qué? ¿Por qué llegaste a dormir conmigo? Tú ni siquiera vives aquí, sino en Jaruata, con mi hermana.

Sentí un mareo. Tuve que cerrar los ojos y respirar profundo. A ver, tú no estabas aquí, ni estás en Jaruata tampoco, porque tú (y entonces todo fue muy claro) ya no estás viva...

Me levanté y en lo único en lo que he podido pensar en todo el día es en que se me olvidó tu muerte, tanto que te sentí durmiendo a mi lado, como cuando regresaba del rancho, cansada y harta de todo, y te quedabas conmigo para calmar mi ansiedad. ¿Cómo se me pudo olvidar si apenas hace tres días fui a visitarte, a ti y a mi padre, en sus nuevos nichos? Me estaré volviendo loca.

Eso o tal vez quisiste regresarme la visita. Tú siempre tan cortés.

miércoles, julio 15, 2009

De colores...

Mis colores favoritos son, en orden: negro, azul marino, guinda, café, morado y gris. En cambio, creo que el amarillo es el color más odioso que puede tener una prenda, un coche o una casa. Y sin embargo, tengo una atracción infantil hacia las colecciones de objetos semejantes de muchos colores: un muestrario de estambres o hilos de una mercería, o un aparador de telas, de zapatos, de bolsas, de vajillas, o cajas de 24 colores o más. Me fascina que en las tiendas de ropa agrupen todo por colores y no por modelos, soy feliz jugando con muestrarios de pinturas y los puestos de flores de los mercados llaman mi atención cada vez que paso frente a ellos. Bueno, no sólo los de flores; Violeta publicó en su blog, hace ya un rato, unas fotos del Mercado de San Juan que me gustaron mucho por los colores del montón de frutas, dulces y piñatas. Las colecciones coloridas ejercen una atracción sobre mí tal, que las pocas veces que he intentado hacer manualidades (como tejer y bordar) fueron solo para comprar muchos hilos o estambre de colores. Lástima que la motivación no alcance para más de tres bufandas (ya me hice de los muchos hilos, lo demás no importa, pero quiero hacer notar que tres bufandas es todo un logro para mí).

Ayer cuando pregunté por los sabores de té que tenían en Café-Café, me hicieron la tarde llevándome una cajita con una colección de sobres de tés de muchos, muchos colores. Me brillaron los ojitos, y más cuando leía los extraños sabores a los que correspondía cada color. Hasta la conversación que estaba teniendo se vio interrumpida, no porque ya no escuchara, sino porque, tal vez, hablarle a alguien que parece (énfasis en parece) más interesado en bolsitas de papel que en lo que le estás diciendo puede ser poco motivante. Ups. Jugué tantito, escogí un sobre y volví a la conversación.

Tengo costumbres lúdicas tan simples, que no sé cómo la gente seria me aguanta.

domingo, julio 12, 2009

Angachuén.

Los actos de los lunes y demás ceremonias escolares son los eventos con los que nos enseñan que en esta vida hay protocolos, que hay niveles de solemnidad y de reconocimiento, y desde que estamos en edad escolar tenemos que atender un número incontable de reglas, aunque después (tal vez por eso mismo) acabemos aborreciéndolas. No importa si la escuela es religiosa o no, es particular o pública, urbana o rural, en la zona más elegante o el barrio más paupérrimo, las ceremonias siguen la misma línea en casi todos lados (bueno, no sé cómo sean en las escuelas tipo Montessori, o si hacen ese tipo de cosas, con eso de que ahí todo es libertad y gozo).

Vamos a Angachuén, para que conozcas las clausuras de las escuelas de rancho. Ya las conozco, pero hace mucho que no voy a una; sí voy.

Angachuén es una comunidad que en el 2005 registró 85 habitantes y que está en la zona aguacatera de Michoacán. La escuela tiene sólo tres grupos: 1º-2º, 3º-4º, 5º-6º. En comunidades tan pequeñas, el que los niños terminen la primaria sigue siendo un evento .

Es la escuela más pobrecita de la zona. Me imaginé cualquier cosa; he visto escuelas rurales "pobrecitas": acceso difícil, pocos alumnos, salones en pésimo estado. Además es tiempo de lluvias. El camino está pavimentado. Gracias.

Desde los días de la contigencia se dieron instrucciones organizar ceremonias muy breves, así que el asunto fue muy rápido: Acto cívico (con cambio de escolta), Poema recitado por la niña del mejor promedio de 6º, Palabras de despedida por la mejor alumna de 5º, Reconocimientos a los mejores promedios por grado, Entrada de los alumnos de 6º, Entrega de certificados, Clausura. ¿Qué tanto puede tardar una ceremonia de clausura con un grupo de 6 graduados? Sin bailes regionales, sin poemas corales, sin vals (gracias por no poner a las niñas en horribles vestidos color pastel; sí, lo digo con resentimiento). Me dió gusto conocer la escuela, porque ví que hay gente que sí trabaja para que el entorno en el que los niños van a aprender sea agradable. Digo, si es zona aguacatera, que se note ¿o no?

Cancha techada. Nada de actos a rayo de sol o bajo la lluvia.

Dos de los tres salones. Jardín podadito, con arbustos y toda la cosa.

En lo que empieza el acto y después de que termina, hay que aprovechar para jugar a las canicas.

Los niños me enseñaron sus canicas favoritas.


Luego la mamá de la niña que sacó el mejor promedio de 6º nos invitó a comer a su casa, bajo ciruelos y árboles de aguacate. La señora se despedía de la primaria después de haber mandado ahí a más de 10 hijos (dicen que 16; y la vieran, tan maciza). Muy rico. Esa gente siempre atiende muy bien a sus invitados, por eso me gusta ir.

Fotos del camino:
Carretera libre a Uruapan.

Camino rural a Angachuén.

De regreso a Morelia, por la autopista, nos agarró la lluvia. No me había tocado ver a un rayo caer muy cerca; esta vez lo ví (y oí) a un costado de la carretera. Me dolieron los oídos.

Después de la tormenta.

sábado, julio 11, 2009

Nota: Con Ch.

Qué tan mal estaremos, que la chingada, así como anda, puede cargar con nosotros.

viernes, julio 03, 2009

Singleton: Laberinto.

Afortunadamente en este complicado laberinto siempre hay una sombra y un techo, para cubrirse del sol y de las tormentas fuertes.
Afortunadamente siempre hay también un lugarcito para treparse y escapar de los ríos de aguas turbias que siguen a las grandes tormentas, y un rinconcito donde da el sol de lleno para secarse antes de que el moho nos crezca entre los pliegues.
Afortunadamente también, los pasillos más largos no han sido nunca callejones sin salida; cuando hemos topado con pared, la media vuelta y el regreso no han sido hasta ahora demasiado dolorosos ni tan pesados como para preferir quedarse en ese prematuro fin a esperar que el tiempo acabe con la odiosa barrera o con nosotros mismos.
Afortunadamente, en este laberinto interminable, a veces te encuentro o a veces me encuentras, y por esos pasillos largos que no han sido nunca callejones sin salida, andamos en par hasta el próximo cruce, hasta el siguiente muro.
 
Copyright 2009 Soy yo, Nepita.. Powered by Blogger Blogger Templates create by Deluxe Templates. WP by Masterplan