jueves, junio 11, 2009

Yo quería ser Ellie Arroway.

Después de mi fracaso como espectadora de lo contemporáneo, me puse a ver qué otros eventos había en la ciudad que pudieran llamar mi atención y encontré algunos. En el proceso acabé recordando mis años mozos (más mozos).

Me acordé de la que una vez fuera mi mejoramigahermanadelalmabestfriendforever. Vivimos nuestro capítulo de amistad adolescente completito, con todo y la parte de "el chavo que me gusta está enamorado de mi mejor amiga". Pero como éramos inseparables, semejante conflicto nos hizo lo que el viento a Juárez. Su familia tenía una propiedad en las afueras de un pueblito simpático a donde una vez me invitó a pasar las vacaciones de semana santa. Por la noche subíamos a la azotea a ver el cielo. Fue la primera vez que ví las estrellas sin la contaminación de las luces de la ciudad con toda la calma del mundo. Estaba enamorada de ese cielo. La afición por lo que sea que existiese allá afuera fue, de hecho, una de las cosas por las que nos caímos bien.

Por ese entonces creíamos que íbamos a ser astrónomas, que íbamos a conseguir recursos para poner un centro de investigación que pretendía buscar señales de vida extraterrestre, casi nos infartamos de la emoción cuando nos enteramos que existía el VLA, en Nuevo México y la película Contacto fue el gran evento de nuestra ñoña adolescencia. Tal era nuestra euforia que mi visita al rancho en realidad tenía el fin de que conociera los terrenos de nuestro futuro centro astronómico: Una peña que sobresalía del resto de la cadena montañosa que rodeaba al pueblo, sobre la cual mi amiga decía que toda su familia había visto un objeto volador no identificado de movimientos extraños e imposibles de realizar por cualquier nave de fabricación humana (esa historia me enganchó, debo decirlo; después de todo, ella había visto un OVNI, su mamá confirmaba la historia, y yo estaba en el lugar de los hechos, o sea, ¡qué impresión!). Recuerdo claramente haber hecho un "plano" del hipotético edificio y un acuerdo de algo así como 10 puntos que definían los medios que requeríamos y los fines que perseguíamos, con nuestras firmas de entonces y con fechas para una próxima reunión de evaluación, por si se requería modificar algo. Jurábamos que habiendo iniciado la planeación tan pronto en nuestra vidas tendríamos el éxito asegurado. Por lo pronto sabíamos que tendríamos que hacer el bachillerato en Físico-Matématicas, entrar a la carrera de Físico-Matemáticas y luego volvernos Astrónomas. La vida resuelta.

Pero no. Nunca tuvimos la siguiente reunión, durante la prepa nos separamos y cada quién encontró nuevos gustos, yo me topé con la bioquímica y alguien me habló de genes. Fin de mis aspiraciones astronómicas. Ella ahora es Licenciada en Administración, o algo así. Y no lo sé con certeza porque desde hace muchos años ya no somos amigas. Ja.

Así que lo que me queda de aquella intención de descubrir la vida extraterrestre por medios no místicos, son las ganas de asistir al ciclo de cine conmemorativo del Año Astronómico, que tiene el pilón de las pláticas de astrónomos que te hablan del tema que aborda la película y aclaran las cosas que no pueden ser más que ficción. La idea es que la gente se entere, pregunte y aprenda. Por supuesto, Contacto es parte de la cartelera, y todo es gratis.

Y para que todo encaje maravillosamente, me acaban de decir que la próxima semana hay una reunión con ex-compañeros de la secundaria. Habrá que ir a ver qué hay de nuevo.

2 comentarios:

AA3 dijo...

Me gustó la historia.

Por otra parte las crónicas de amistades que se han ido a la chingada por a, b ó c. Siempre le hacen crounch a mi corazoncito.

Aura dijo...

Jejeje, está botana ¿no?

Y bueno, todo cicatriza, siempre.

 
Copyright 2009 Soy yo, Nepita.. Powered by Blogger Blogger Templates create by Deluxe Templates. WP by Masterplan