miércoles, septiembre 17, 2008

¿Y ahora qué?

No es lo mismo escuchar "muertos y heridos" seguido de "entre sicarios" o "por ajuste de cuentas" que el mismo "muertos y heridos" seguido de "civiles en celebración"; ni es lo mismo escuchar estas últimas palabras con "explosión accidental" que con "granadas de fragmentación". Tampoco es lo mismo escuchar "terrorismo" y ver imágenes de algún lugar lejano, que escucharlo y reconocer el sitio donde vives, que salga la lista de muertos y esperar no encontrar a nadie conocido. La sensación es muy diferente.

Ya se llegó al punto sin retorno, todos claman justicia. Todos piden y ofrecen unidad y cooperación. Ya pasaron los discursos, ya empezaron los entierros. La nota ya le dió la vuelta al mundo. ¿Y ahora qué? Van a reforzar la seguridad, la ciudad está sitiada, pero ¿Van a agarrar a los verdaderos responsables? ¿Por fin van a destapar a todos los infiltrados en el gobierno? ¿Van a dejar de perdonar a las grandes cabezas? ¿Los ciudadanos denunciarán a los traficantes conocidos? ¿Tendrán la confianza de hacerlo?

Habrá que ver en que termina todo esto.

Harto coraje.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es un punto sin retorno, y si este se da, será a un precio realmente muy caro.

Anónimo dijo...

anonimo 1:

sip definitivamente tanta violencia me causa un gran pesimismo.

Anónimo dijo...

Pase por un enorme coraje, ahora como es de esperarse en mi, una ineludible tristeza. Que tristeza mi país, que triste vivir así.
Este año tengo tantas ganas de estar en el Festival de Cine de octubre, no puedo creer que eso hijoheputas me ayunten ese deleite personal de una bonita ciudad.
Mas coraje y mas tristeza saberte que como en las pruebas del LHC, nada pasará en la justicia del país.

Anónimo dijo...

(Sobre Fragmento VI)
Estimado Señor,
Hace unos días salía con esos aires que le pasan según me cuenta aura ahora en el Fragmento VI, pero mi compañía fue nocturna, lo es ahora. Salto a la mañana ligeramente alegre, pues hoy usted me recuerda a mi cuando tengo 45 años. Me faltan 20, ya llegaré y podré recordar el pasado y no el futuro.
Un saludo.

Bárbara Gómez dijo...

es punto sin retorno si no haces nada por cambiarlo...

parece iluso, pero si tú empiezas contigo misma, hay más posibilidades que esto cambie

Aura dijo...

Yo hoy voy a ir al centro, tengo cosas que hacer allá. Hay voces que piden hacer una vida normal, que se haga el desfile del treinta. No concuerdo lo del desfile, sí es un riesgo y un desfile nunca lo vale, pero en cuanto a la vida diaria estoy totalmente de acuerdo... de todos modos no queda de otra: a darle.

Barbara, bienvenida. Cierto, nosotros como ciudadanos tenemos que empezar a actuar para que esto no siga, pero esto no volvera a ser pronto como antes.

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Zow:

Nunca pude imaginarme veinte años después. La vida solo pasó. Tampoco me ocupé mucho de recordar hasta estos días que no tengo más opción, pues no puedo hacer más. Es extraño que ahora se ocupe de hacer realidad recuerdos ya generados, para una vida futura ya concebida. Es un concepto que no me cabe en la cabeza, como fabricarse a modo a uno mismo (aunque quien hace lo posible por alcanzar sus sueños profesionales hace en realidad lo mismo, pero eso tampoco lo pude hacer).

Pero si al menos encontró a alguien en quien confiar en esos días grises, puedo asegurarle que es un buen augurio.

Anónimo dijo...

Un recuerdo futuro suele ser una gran ilusión de vivir feliz; sin embargo, caigo en lo contrario, invento historias que confunden mi presente pues no identifico si eso me lo imagine o es que pasa de verdad. Un alivio es saber que a su edad me vi acompañado, razón por la que lo comprendo en esta ocasión.
Un abrazo.

 
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