lunes, abril 17, 2006

Pata de Perro

Hoy lunes se cumplen 15 días de aquella mañana que salí de mi hogar materno para no volver mientras no fuera por una tibia comida y una siesta gratuita que no era más que una escala en un itinerario lleno de kilómetros recorridos bajo el sol más infame de la temporada.

Hoy lunes, tras estos 15 días de felices andanzas, he vuelto a mi hogar, me he reencontrado con mi tibia cama, con mi cómodo baño, con mi amoldado sillón de la tele. Ninguno de ellos, agradecidos objetos me ha olvidado, y los he usado de nuevo con la dulce sensación de bienestar que solo puede sentir el viajero que ha estado lejos suficiente tiempo para extrañar, pero no tanto como para acostumbrarse a nuevos aposentos.

Por trabajo o noble placer, en el centro del país o en las costas casi nóveles y aún limpias, con amigos o con familia y un puñado de desconocidos que al último acabaron no siéndolo tanto, eso sí, pensando cada día en el amor que no partió conmigo pero que con aplomo esperó mi regreso. Las que vienen son historias de 15 días de viajes a dos o tres destinos, modestos, humildes, sin el lujo de la antigua europa ni la belleza comercial del caribe agringado. Con poca gente pero con mucho que dar.

¡Que empiece el anecdotario!

0 comentarios:

 
Copyright 2009 Soy yo, Nepita.. Powered by Blogger Blogger Templates create by Deluxe Templates. WP by Masterplan