miércoles, abril 19, 2006

Parte 3: Clausura

Luego de la velada con el Pedro Infante pirata, el día de la clausura nos dedicamos a conocer el centro vacacional, despues de desayunar nos tomamos muchas muchas muchas fotos en las aguas azufradas (que no eran termales pero burbujeaban que daba gusto), en la cúpula geodésica que contenía cualquier cantidad de plantas y animales ruidosones (en su mayoría patos comunes), y nos subimos al...al...pérenme, tiene un nombre raro... ¡al funicular! (a poco no es raro el nombre) que nos elevó a la torremás alta de todo el complejo y que tiene un vista biutiful biutiful.

Una vez concluída la sesión de fotos, nos fuimos a que las otras dos chicas de la comitiva fueran a atender su changarro. Como era el último día ya casi no había gente, pero eso sí, las galletitas y el café se acabaron antes de que el chaparrito con corbata de moño acabara de colocar todo en la mesa respectiva.Total, que luego de una insípida clausura, llena de graciasporvenir, lesanuncioquelanuevapresidentaes, y otras cosas así, nos pusimos de acuerdo con otros asistentes para la velada que vendría.

Conseguidas las guamas para todos (excepto la China, que siguió con sus caribes, porque a ella la chela nomás no) el siguiente paso fue lograr que los que estaban hospedados en el hotel sede puedieran entrar a hacer uso de las instalaciones de nuestro hotel, o sea, les teníamos que conseguir su pulserita naranja, porque la verde que ellos traían no servía. Arreglado. Todos a sentarse como en los primeros tiempos en el pasto alrededor del alcohol, cada quién tome la suya, y que empiece la tertulia. Fue ahí donde conocimos al buen George, un chhhihuahuense muy simpático y decente (nada de sentirse Pedro Infante; ¡saludos al buen George!) y a otro paisano michoacano que no teníamos el gusto de conocer, y que me perdonará que no me acuerde de su nombre, porque así es mi memoria de torpe a veces y porque además ni lee el blog, pero que me cayó muy bien. Él se cansó de hacernos reir durante la velada con toda clase de puntadas extrañas y escenificaciones improvisadas de dudosa calidad pero hilarantes como pocas.

La china se acabó pronto sus caribes, y se hubiera quedado sin más que beber de no ser porque el ahora anónimo paisano le puso un poco de su guama en una de las botellitas de Cooler, y la convenció que probara su producto innovador: Caribe Cooler sabor cebada. La china enantada. A salud de la ex-fresa nos pasamos todavía un buen rato tirados en el pasto, sintiendo el fresco de la noche y alegando cómo las cosas simples de la vida nos pueden hacer tan inmensamente felices.

El día siguiente, viernes, nos levantamos tan pronto como pudimos, o sea, como a las 6:00 am, para hacer las seis horas de regreso a la ciudad de las canteras rosas. En Observatorio, dos compañeras se separaron para tomar el bus directo a su "pueblo" ahorrando dinero y tiempo, que todo es escaso ya en esta vida. La china y yo continuamos hasta Morelia, donde la mitad de esta naranja que soy yo, y un compañero de laboratorio nos recibieron gustosos para llevarnos con maletas y todo a comer un coctel de camarones (porque era viernes de vigilia y otra cosa no se antoja o no se puede, dicen).

Fotos, aquí:








Aguas azufradas al interior de la cúpula


Una panorámica del sitio favorito para vacacionar de Los Sánchez






Patos visto desde el funicular al iniciar el ascenso



Disfrutando de chelas y caribes a la luz de la luna (que no se ve). Gracias a Jorge por mandarme la foto.

0 comentarios:

 
Copyright 2009 Soy yo, Nepita.. Powered by Blogger Blogger Templates create by Deluxe Templates. WP by Masterplan