La verdad es que en el fondo siempre quiso morirse. En su vida llegó hasta donde la inercia le llevara y siempre que hizo falta algún esfuerzo extraordinario para seguir avanzando, simplemente se detenía, hasta que encontraba otra dirección a donde la inercia le siguiera llevando. Tuvo suerte, pues viviendo así llegó bastante lejos, más de lo que se puede esperar de alguien que solo va impulsado por la corriente, sin tomar decisiones ni asumir riesgos.
Ahora puede detenerse para siempre, sin hacer ningún esfuerzo, ni oponer resistencia alguna. Solo basta hacer lo de siempre para llegar al fin del camino, uno que a su juicio ni siquiera debió iniciar a recorrer. Al fin, después de toda una vida, tiene la certeza de ir en dirección correcta.
Ahora puede detenerse para siempre, sin hacer ningún esfuerzo, ni oponer resistencia alguna. Solo basta hacer lo de siempre para llegar al fin del camino, uno que a su juicio ni siquiera debió iniciar a recorrer. Al fin, después de toda una vida, tiene la certeza de ir en dirección correcta.
-Aura