¿Qué te pasa? Lloro. ¿Por qué lloras? Por todo, por nada. Descansa cariño, no es bueno que llores tanto. No es tanto, solo lo necesario, déjame. Me duele. ¿Que llore? Claro. No tiene por qué, es mi llanto y no el tuyo. Pero me gusta más que rías. No puedo reir siempre, es una simpleza, una necedad. Te dejo entonces, pero trata de descansar ya. Este es mi descanso. Está bien, me voy ¿De verdad te importa? Sí, pero ya me voy. No, no te vayas; ya no puedo seguir, me has distraído mucho.
Un abrazo y un buen café.