martes, octubre 28, 2008

Diez horas por dos.

Entre las muchas cosas que no hice en mi adolescencia (y hasta este fin de semana) fue ir a un concierto. En esos tiempos era bastante apática hacia los desmadres masivos, lo que se me ha ido quitando con la edad (quien lo dijera). Así que cuando Noé dijo: Café Tacuba en la clausura del Cervantino, vamos, yo rápida y expedita dije que sí. Muchos tenía la intención de ir. En bola al desmadre masivo, sonaba prometedor.

Llegó el día, me levanté veinte minutos antes de las ocho y llegué a la central a las ocho veinte. Para entonces ya sabíamos que solo Noé y yo iríamos temprano, a apartar lugar. Los demás llegarían después. Noé no llegaba aún pero decidí adelantarme a comprar los boletos del flecha con validez hasta las 9:27am, saliendo un camión cada 15 minutos. Chale, solo una hora de validez, yo me acordaba que eran dos. Y entonces vi el reloj de la taquilla: 7:28. Me lleva la fregada, fue el cambio de horario y yo ni en cuenta. Ya no recuperé mi hora de sueño arrebatada por el cambio al horario de verano. Coraje chiquito. En esas estaba cuando llegó Noé y antes de los buenos días me quejé de mi hora de sueño perdida para siempre jamás. No se sorprendió. Confesó el muy cínico que él sí lo sabía y decidió no decirme para irnos una hora más temprano. Otro coraje chiquito.

Llegamos. La fila en la puerta de siempre de la Alhóndiga para entrada libre ya abarcaba una cuadra. Habíamos pensado que iba a estar más larga, así que con optimismo nos fuimos a desayunar con calma. Chilaquiles verdes con huevo, frijolitos, café y jugo de naranja de bote. Calidad moderadamente buena. Charla agradable. Tiempo de volver. La fila casi abarcaba las dos cuadras, solo que la segunda cuadra es bastante más larga que la primera, como sea nos formamos atrás de dos parejas de darketos muy agradables. Y ahí comenzó la espera. Son las diez de la mañana. Charla charla, risas varias, más charla, silencios necesarios. Agua, mucha agua. Baño. El sol ya estaba sobre la calle. Fui por unos lentes de sol de $70.00 00/100 M.N. Y también por unas ligas para peinar. La idea fue de Noé. En las siguiente hora me la pasé tratando de replicar el peinado que alguna sobrina suya tuvo a bien crear en su "quebrado" cabello y que consistía en hacer pequeñas coletitas por todo la cabeza. Quedó excelente. Solo fue opacado por unos punks de cabellos en conos colorados.

Mensaje de la banda. No van a llegar, gracias. Pues ni modo. Pasa de la una, Erandi también se comunica, ya está ahí, me busca y no me encuentra. Finalmente nos vemos y me dice que hay otra fila para entrada general. Se formó más tarde y ella y José están mas o menos a la misma altura que nosotros. Cada quién se queda en su fila. Nos veremos adentro.

Tres de la tarde. Hace hambre. No me gusta esperar mucho tiempo así que me ofrezco para ir por las tortas. Tortería uno: no hay bolillos. Chale. Tortería dos: Solo de chorizo, no manches, eso no llena. Tortería y fonda tres: Ahorita te tomo la orden. Pasan diez minutos. Oye chavo, nada más una pregunta, ¿tienes tortas de milaneza? No, ya no hay tortas. Otro coraje chiquito con mentada interna. Restaurant que vende tortas cerca del Teatro Juarez; ¿Tiene tortas para llevar? Ahorita no a menos que quieras esperarte unos 50 minutos, tengo mucha gente. Nel, gracias. Finalmente la calle Truco. ¡Cómo quiero esa calle! Y ahora más. Ahí estaba, sola, solititita con muchos bolillos a la vista, la Tortería Truco: Dos tortas especiales grandes con todo para llevar: diez minutos después ya estaba con las tortas y los refrescos de regreso. Calmamos a Gertrudis Solitaria para que no comiera nuestras propias tripas y dieron las cuatro. ¡Ya es hora de que abran las puertas!

Todos se levantaron de sus lugares, fueron a recoger del piso las cosas que guardaban el orden de la fila en lo que descansabamos a la sombrita y esperamos a que abrieran. Y esperamos, y esperamos... y seguimos esperando ¿Qué pasa? Mesajes de texo a las 4:22, Erandi ¿Ya avanzaron?, acá no se ve movimiento. Ya estamos adentro. ¿Y está lleno? No, toda la parte de arriba está vacía. Bueno, al menos. Alba, que llegó por su cuenta cerca de las cuatro de la tarde logró acomodarse en la calle que queda atrás del escenario. Hasta ella está acomodada antes que nosotros. Otro coraje, ya no tan chiquito. ¿Por qué no abren?

Pasa de las cinco. No se ve movimiento. La música andina del tianguis de chácharas "no-sé-qué-Quetzalcóatl" ya nos tiene hasta la madre, por decir lo menos. Sobre todo porque es un solo disco repetido ad-infinitum. La fila grita Que la quite, que la quite y el ofendido encargado del sonido tuvo a bien subir el volumen hasta donde le fue posible. Rechifla general. Avanzamos por fin, pero muy poco. Un metro, tal vez dos. Espera, larga espera y otro metro. Cerca de las siete avanzamos casi media cuadra. Otra vez espera.

Se corren los rumores de que en la entrada los colados ya llenaron la calle, que rompieron el cerco de policias y que salieron los granaderos a poner orden. Parece que hasta gases lacrimógenos lanzaron, eso dicen. Desde donde estamos nosotros no se ve nada, no se ve movimiento. Esperamos. Empieza a avanzar la fila. Siete y media, falta media hora para que empiece el concierto y seguimos afuera. Coraje. Vuelve a avanzar. Finalmente estamos en la cuadra de la Alhóndiga. Rumores de que adentro ya esta lleno, se llenó con las otras filas. Mucho coraje. Finalmente llegamos a la esquina. Pocas personas nos separan de las valla de policías. La tensión entre los de la fila y los colados crece. Ya no hay paso. Desde las diez de la mañana formados y a tres metros de la puerta ya no hay paso. Harto coraje.

Los colados empujan. Los policias empujan en direccion contraria. De alguna manera quedé en un lugar donde los empujones no se sienten tanto. Algunos grupos se retiran a empujones. Ahora sí, lo único que tengo enfrente es un policia. Los colados empiezan a empujar al grito de portazo. Noé me orienta para no sufrir empujones innecesarios. Susto. Mucho susto.

Ocho de la noche. Suena la música. Grita la gente que está adentro. Empieza el concierto. Se prende la raza de afuera. Se rompe el cerco otra vez. ¡Corre! Y corres, porque todos los de atrás van a correr y si te quedas te llevan entre las patas. En la calle a un costado de la Alhóndiga, antes de la explanada hay una segunda valla. La gente se detiene sola, pero después de un rato los de adelante rompen también ese cerco. ¡Corre! Otra vez. Finalmente estamos en la calle a un lado de las graderías. La gente se va deteniendo sola. Los empujones que aún se sienten entran en la categoría de normales. Ya no supe si era la segunda o la tercera canción pero ahí estabamos. Al fin. Desde nuestro sitio las pantallas se veían muy bien y, según se moviera la gente, podías alcanzar a ver el escenario. Se nos ocurre voltear a ver la parte final de las gradas. Aún hay espacio pero ya no quisieron dejar entrar. Ojetes.

Como sea estamos adentro, estamos en el concierto. Justo empieza La Ingrata. Brinco, canto, bailo y grito. Eso es mucha, mucha euforia junta y siguió generándose por dos horas. A las diez y pasaditas acabó el concierto. La gente se retiró en calma. Unas chelas para calmar la euforia residual.

Tiempo de volver. Fuera de los 15 minutos de estrés en la puerta, el día ha sido maravilloso. El concierto excelente. No sé por qué no había hecho esto antes. Lo volveré a hacer. Aunque para la próxima, trataré de comprar boleto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dio gusto te gusto esta modalidad de Euforia, 10x2 es genial por todo, el no percibir el tiempo sino hasta la desesperación contenida a eso de las 18 horas, romper el cerco de policías con los Dark fue también mi primera vez (ni yo me lo creo!). Noé dice que se la paso genial las 14 horas, AERO comenta también a pesar de que se enfermo.
Habrá que invitarme pa la próxima salida, pero sin duda soy mas fresa y con la muchedumbre no voy, pues ya ando ahí (Zaz se me salió los seudointelectual de izquierda!)
Saludos, un gran abrazo

Anónimo dijo...

Quiero decirle a ese p... que eso de "seudointelectual de izquierda es un pleonasmo", o que, ¿has vistoa un seudointelectual que no sea de izquierda?a y quiero decirte que deseo te vayas al diablo, por soez

 
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