miércoles, marzo 22, 2006
¡Oh DF!
Me explico. Entiendo que nuestra identidad, nuestra historia y simbolismo estén íntimamente ligados a esa gran urbe que es la Capital de este país. También entiendo que hay quienes viven en ella y que le han tomado cariño; es más, quienes no se imaginan viviendo en otro lugar; quienes no se dejan espantar por el ictérico tono de los noticieros que, más que informar parecen ahuyentar a cualquier aspirante a poblador de semejante ciudad-mundo.
Yo he estado en el Distrito Federal, paseado por la Alameda después de disfrutar del afrancesado Palacio de Bellas Artes; he gastado mi dinero en Santa Fe (en realidad, más veces de las que quisiera), he andado por el metro en horas de asientos libres y en horas de quepo a huevo (siempre acompañada de un tutor, quien sabe ya de tanto andar las estaciones, donde transbordar y donde no debo andar). He comido en Coyoacán, visto el segundo piso, me he divertido en la Feria, Reino Aventura y, luego, en Six Flags. He visto el Templo Mayor y comprado chucherías piratas en el Centro.También he escuchado ese familiar tono de claxon que recuerda a la mujer a la que todos nos debemos, emitido desde el silbato de un tren.
En fin, he estado allí, en múltiples ocasiones y por diversas circunstancias. Todo me ha confirmado una sola cosa: YO NO PUEDO VIVIR EN EL DF.
Nací en provincia, para mi suerte, que yo tan estresable y tendiente la histeria como soy, no hubiera aguantado a la metrópoli ni por una luna si quiera. Cada vez que pisé ese suelo sentí el caos. Es una ciudad CAOTICA. Estoy de acuerdo en que eso es parte de su encanto, pero yo ya soy mucho caos por mí misma. Mi salud mental depende del orden que el resto del mundo mantenga alrededor de mí. Y es una pena , porque este ente-ciudad tiene lugares y comunidades a las que en algún momento pensé pertenecer.
Sin embargo, y para mi mayor fortuna, cada vez hay más alternativas en el interior. Aleluya.
No me malinterpreten, el DF es una maravilla moderna, tiene tanto, tan hermoso. Pero también creo que una de las cosas que tiene de más es la gente. Pienso (aunque es más un sentimiento) que unos cuantos miles más y esta urbe se desploma. No quiero contribuir a eso. Mejor me gasto el agua de mi estado y me respiro el humo las combis de mis paisanos. Prefiero verla de lejos, tenerla un ratito (como niño ajeno), soñarla fascinante con las anécdotas de Gonzalo y otros chilangos enamorados de su patria sin sentir la racción explosiva que se llevaría a cabo al asentarme en ella.
Y para que vean que no es rencor contra el semillero más grande de íconos populares mexicanos, les pido que pasen a ver la página que me inspiró a escribir este post. Estas fotos aéreas son muy buenas. Solo en el Distrito.
martes, marzo 21, 2006
Un mundo maravilloso
Es una buena película, muy al estilo de La Ley de Herodes, con la que por cierto comparte gran parte del elenco. Como entonces La Ley de Herodes criticaba al aparentemente eterno sistema pseudodictatorial del PRI, Un mundo maravilloso es una muy oportuna sátira de nuestros actuales gobernantes y sus ocurrentes declaraciones.
Además, la cinta retrata bien la mala leche del mexicano la cual le permite sacar provecho de situaciones adversas, aunque a veces los métodos no sean precisamente los más correctos y que, dicen, es herencia directa de la sociedad española.
Fuera de toda moraleja, esta es un cinta que permite reirse a gusto de las trastadas gubernamentales y mediáticas entre las que hemos tenido que vivir en estos tiempos. A mí sí me gusto. La recomiendo.
Por cierto, también recomiendo lean un cuento de Jonathan Swift, que está en la página de Un Mundo Maravilloso.
lunes, marzo 13, 2006
viernes, marzo 10, 2006
Woman
My mixed emotion at my thoughtlessness...
miércoles, marzo 08, 2006
Bonito número
A los matemáticos les gusta pi (3.1415......), a los esotéricos el 3 y el 7. Los chinos están bien con cualquiera, menos el 4 porque se representa con el mismo caracter que la muerte. A los superticiosos anglosajones les va bien el 13, aunque hay quien diga que no es tan confiable, sobre todo si es un viernes. Los mayas inventaron el 0, pero no sé si les haya gustado mucho.
Los egoistas prefieren 1 "y más si soy yo", a mi me mamá le gusta el nueve en los boletos de las rifas y a un amigo todos los impares, porque son odd y él también.
A mí me gusta el ocho, porque es redondo pero no es simple. Porque si lo giras es infinito. Porque mi día de nacimiento suma 8 (nomás el día) y nací en los 80's. Porque cosas bonitas me han pasado cuando es día 8, tú entre ellas. Y nada más porque me gusta, como a quien le gusta ver llover y sí mojarse.
No es cierto, no es nada más porque me gusta. Me gusta por tu culpa. Sí, es tu culpa, como siempre. Hoy he de decirte: Gracias por todo, a pesar de todo, por tantos días, semanas, meses y años. No estás pero sé que no te has ido.
Me gusta el ocho, pero no tanto como tú.
Hoy es 8. ¡Qué día bonito!
¡FELIZ 8 !
sábado, marzo 04, 2006
Villa Madero
Es el caso de un pedacito de cerro que está cercano a la población de Villa Madero, como a 45 minutos de Morelia (es al tanteo, no me hagan mucho caso)
Aparte de que estar aquí es estar en medio del bosque, se puede disfrutar de este bonito salto de agua de unos treinta metros de alto (medido con ojímetro):

Y recorriendo el bosque no encontramos con este arbusto un poco raro:

Despues de un paseo como éste en el que uno come alimento preparado en horno (¿estufa?) de tierra y cosas así, uno regresa listo para otra semana inmersa en tráfico de la mañana-tarde-noche de la ciudad.
jueves, marzo 02, 2006
Para reírse de las víboras prietas:
Está en tepocatas.com