jueves, octubre 30, 2008

El hongo que caza insectos

El video que puso Hugo en los comentarios de Una de hongos fue tan bueno, que lo pongo aquí.



Algunos hongos pueden ser muy agresivos.

martes, octubre 28, 2008

Diez horas por dos.

Entre las muchas cosas que no hice en mi adolescencia (y hasta este fin de semana) fue ir a un concierto. En esos tiempos era bastante apática hacia los desmadres masivos, lo que se me ha ido quitando con la edad (quien lo dijera). Así que cuando Noé dijo: Café Tacuba en la clausura del Cervantino, vamos, yo rápida y expedita dije que sí. Muchos tenía la intención de ir. En bola al desmadre masivo, sonaba prometedor.

Llegó el día, me levanté veinte minutos antes de las ocho y llegué a la central a las ocho veinte. Para entonces ya sabíamos que solo Noé y yo iríamos temprano, a apartar lugar. Los demás llegarían después. Noé no llegaba aún pero decidí adelantarme a comprar los boletos del flecha con validez hasta las 9:27am, saliendo un camión cada 15 minutos. Chale, solo una hora de validez, yo me acordaba que eran dos. Y entonces vi el reloj de la taquilla: 7:28. Me lleva la fregada, fue el cambio de horario y yo ni en cuenta. Ya no recuperé mi hora de sueño arrebatada por el cambio al horario de verano. Coraje chiquito. En esas estaba cuando llegó Noé y antes de los buenos días me quejé de mi hora de sueño perdida para siempre jamás. No se sorprendió. Confesó el muy cínico que él sí lo sabía y decidió no decirme para irnos una hora más temprano. Otro coraje chiquito.

Llegamos. La fila en la puerta de siempre de la Alhóndiga para entrada libre ya abarcaba una cuadra. Habíamos pensado que iba a estar más larga, así que con optimismo nos fuimos a desayunar con calma. Chilaquiles verdes con huevo, frijolitos, café y jugo de naranja de bote. Calidad moderadamente buena. Charla agradable. Tiempo de volver. La fila casi abarcaba las dos cuadras, solo que la segunda cuadra es bastante más larga que la primera, como sea nos formamos atrás de dos parejas de darketos muy agradables. Y ahí comenzó la espera. Son las diez de la mañana. Charla charla, risas varias, más charla, silencios necesarios. Agua, mucha agua. Baño. El sol ya estaba sobre la calle. Fui por unos lentes de sol de $70.00 00/100 M.N. Y también por unas ligas para peinar. La idea fue de Noé. En las siguiente hora me la pasé tratando de replicar el peinado que alguna sobrina suya tuvo a bien crear en su "quebrado" cabello y que consistía en hacer pequeñas coletitas por todo la cabeza. Quedó excelente. Solo fue opacado por unos punks de cabellos en conos colorados.

Mensaje de la banda. No van a llegar, gracias. Pues ni modo. Pasa de la una, Erandi también se comunica, ya está ahí, me busca y no me encuentra. Finalmente nos vemos y me dice que hay otra fila para entrada general. Se formó más tarde y ella y José están mas o menos a la misma altura que nosotros. Cada quién se queda en su fila. Nos veremos adentro.

Tres de la tarde. Hace hambre. No me gusta esperar mucho tiempo así que me ofrezco para ir por las tortas. Tortería uno: no hay bolillos. Chale. Tortería dos: Solo de chorizo, no manches, eso no llena. Tortería y fonda tres: Ahorita te tomo la orden. Pasan diez minutos. Oye chavo, nada más una pregunta, ¿tienes tortas de milaneza? No, ya no hay tortas. Otro coraje chiquito con mentada interna. Restaurant que vende tortas cerca del Teatro Juarez; ¿Tiene tortas para llevar? Ahorita no a menos que quieras esperarte unos 50 minutos, tengo mucha gente. Nel, gracias. Finalmente la calle Truco. ¡Cómo quiero esa calle! Y ahora más. Ahí estaba, sola, solititita con muchos bolillos a la vista, la Tortería Truco: Dos tortas especiales grandes con todo para llevar: diez minutos después ya estaba con las tortas y los refrescos de regreso. Calmamos a Gertrudis Solitaria para que no comiera nuestras propias tripas y dieron las cuatro. ¡Ya es hora de que abran las puertas!

Todos se levantaron de sus lugares, fueron a recoger del piso las cosas que guardaban el orden de la fila en lo que descansabamos a la sombrita y esperamos a que abrieran. Y esperamos, y esperamos... y seguimos esperando ¿Qué pasa? Mesajes de texo a las 4:22, Erandi ¿Ya avanzaron?, acá no se ve movimiento. Ya estamos adentro. ¿Y está lleno? No, toda la parte de arriba está vacía. Bueno, al menos. Alba, que llegó por su cuenta cerca de las cuatro de la tarde logró acomodarse en la calle que queda atrás del escenario. Hasta ella está acomodada antes que nosotros. Otro coraje, ya no tan chiquito. ¿Por qué no abren?

Pasa de las cinco. No se ve movimiento. La música andina del tianguis de chácharas "no-sé-qué-Quetzalcóatl" ya nos tiene hasta la madre, por decir lo menos. Sobre todo porque es un solo disco repetido ad-infinitum. La fila grita Que la quite, que la quite y el ofendido encargado del sonido tuvo a bien subir el volumen hasta donde le fue posible. Rechifla general. Avanzamos por fin, pero muy poco. Un metro, tal vez dos. Espera, larga espera y otro metro. Cerca de las siete avanzamos casi media cuadra. Otra vez espera.

Se corren los rumores de que en la entrada los colados ya llenaron la calle, que rompieron el cerco de policias y que salieron los granaderos a poner orden. Parece que hasta gases lacrimógenos lanzaron, eso dicen. Desde donde estamos nosotros no se ve nada, no se ve movimiento. Esperamos. Empieza a avanzar la fila. Siete y media, falta media hora para que empiece el concierto y seguimos afuera. Coraje. Vuelve a avanzar. Finalmente estamos en la cuadra de la Alhóndiga. Rumores de que adentro ya esta lleno, se llenó con las otras filas. Mucho coraje. Finalmente llegamos a la esquina. Pocas personas nos separan de las valla de policías. La tensión entre los de la fila y los colados crece. Ya no hay paso. Desde las diez de la mañana formados y a tres metros de la puerta ya no hay paso. Harto coraje.

Los colados empujan. Los policias empujan en direccion contraria. De alguna manera quedé en un lugar donde los empujones no se sienten tanto. Algunos grupos se retiran a empujones. Ahora sí, lo único que tengo enfrente es un policia. Los colados empiezan a empujar al grito de portazo. Noé me orienta para no sufrir empujones innecesarios. Susto. Mucho susto.

Ocho de la noche. Suena la música. Grita la gente que está adentro. Empieza el concierto. Se prende la raza de afuera. Se rompe el cerco otra vez. ¡Corre! Y corres, porque todos los de atrás van a correr y si te quedas te llevan entre las patas. En la calle a un costado de la Alhóndiga, antes de la explanada hay una segunda valla. La gente se detiene sola, pero después de un rato los de adelante rompen también ese cerco. ¡Corre! Otra vez. Finalmente estamos en la calle a un lado de las graderías. La gente se va deteniendo sola. Los empujones que aún se sienten entran en la categoría de normales. Ya no supe si era la segunda o la tercera canción pero ahí estabamos. Al fin. Desde nuestro sitio las pantallas se veían muy bien y, según se moviera la gente, podías alcanzar a ver el escenario. Se nos ocurre voltear a ver la parte final de las gradas. Aún hay espacio pero ya no quisieron dejar entrar. Ojetes.

Como sea estamos adentro, estamos en el concierto. Justo empieza La Ingrata. Brinco, canto, bailo y grito. Eso es mucha, mucha euforia junta y siguió generándose por dos horas. A las diez y pasaditas acabó el concierto. La gente se retiró en calma. Unas chelas para calmar la euforia residual.

Tiempo de volver. Fuera de los 15 minutos de estrés en la puerta, el día ha sido maravilloso. El concierto excelente. No sé por qué no había hecho esto antes. Lo volveré a hacer. Aunque para la próxima, trataré de comprar boleto.

jueves, octubre 16, 2008

Eso me causa euforia ¿a tí no?

Hace un tiempo Z persona me preguntó qué me causaba euforia. No le pude contestar, de repente me vi como una persona a la que nada en particular le emocionaba demasiado... pero no, esa imagen no coincidía conmigo, porque soy de hecho muy emotiva y mi estado de ánimo es más parecido a una montaña rusa que a otra cosa. Solo que de momento no podía atinar en función de qué se generaban esos picos de euforia. Poco después me vino de golpe la respuesta: bailar. Sí, bailar es mi actividad favorita. No soy una gran bailarina pero andar ahí en la pista gastando los tacones (pues cuando voy a bailar es el único momento en el que prefiero los tacones) es una de las cosas que más feliz me hace, independientemente del grado que gracia que tenga para eso.

La otra cosa que me hace sentir liberada es gritar, como cuando grita uno desde la banca de la porra en un partido de lo que sea. Ahora que el Campus anda en esas de jugar el torneo anual de Volley, dos veces a la semana descanso de todo estrés dejando casi inútil a la laringe, porque se tiene que animar al equipo, y si tu equipo no juega, pues hay que animar al que sigue en tu lista de preferencias. A veces, hasta me llevo la contraria y juego un rato. Pero adentro de la cancha también grito, muy buen método pa'destantear al enemigo.

Así que esas son las cosas que elevan mi nivel de euforia; uh, qué sofisticada. En cuanto a las cosas que enlistó Z persona el día que hizo su pregunta, para ver si entre ese montón de opciones encontraba la correcta, como una buena pelicula, un buen café, un bonito cuadro o escultura (yo agregaría, un bonito atardecer) son cosas que no pueden tener en mi el efecto del baile o el grito. Esas cosas, cuando me agradan mucho, me hacen sentir una profunda calma. Como la música debiera calmar a las bestias. Son más bien efectivos sedantes para un ánimo trastocado.

Y pues ya, eso era todo.

lunes, octubre 13, 2008

Una de hongos.

Hace unos días Luis (el de los Cuentos en la Huerta) publicó una muy bonita foto de unos honguitos blancos y a pregunta expresa contestó que sí, que ellos eran muy simpáticos, menos los que salían en las tortillas. Tuve que salir en defensa de estos organismos que me han permitido comer los últimos dos años, y le prometí una foto. Claro, la foto no es mía, porque yo no trabajo con hongos que crecen en los alimentos, pero para eso está la red.

El punto es que ahora les presento a ese personaje que sale en las tortillas o en su sangüish, cuando lo dejan olvidado por ahí en algún rincón, uno de tantos que hace que la comida huela feo y que tu mamá te regañe por descuidado. Aquí tienen al muy célebre HONGO ROSA DEL PAN:

Helo ahí, entre verde Penicillium (sí, el que produce la penicilina) y negro Aspergillus (aguas, ese produce toxinas) está el colorido hongo rosa del pan (que es, más bien anaranjado), cuyo nombre artístico es Neurospora crassa.


Insisto, más que rosa es anaranjado, y lo es porque produce carotenoides para protegerse de la luz (que lleva luz UV y eso daña el DNA; así como nosotros tenemos melanina). Además este hoguito tiene memoria. Si en el laboratorio lo cultivas en oscuridad, se mantiene blanco. Si dejas que le de luz, produce el pigmento (y esporas) y se forma un anillo de color. Si luego lo regresas a la oscuridad, Neurospora recuerda que, en cierto punto del día percibió luz, y antes de que vuelva a pasar, ya está produciendo carotenoides (y esporas), aunque no le vuelva a dar luz. Al final de unos días sacas la colonia otra vez y se ve así:

Arriba: plaquita de Neurospora con producción cíclica de esporas pigmentadas
Abajo: Un acercamiento

Esto se llama ciclo circadiano, y consiste en la repetición programada de ciertas respuestas de los seres vivos en función de los ciclos de luz-oscuridad que corresponden al día y la noche (por ejemplo, nuestros ciclos de sueño y vigilia). Neurospora es un hongo que se cultiva muy fácil, se reproduce sexual y asexualmente, responde a luz (por cierto, solo a luz azul) y se puede manipular genéticamente. Por eso es la estrella de la biología molecular de los hongos y de hecho todo lo que se hace en ese campo se hace con referencia a lo que ya se sabe de Neurospora. Su único problema es que su vida es muy aburrida: no causa enfermades a ninguna planta, animal u otros hongos, ni hace simbiosis con nadie. No ayuda ni perjudica, solo existe y se come lo que ya está muerto (como esa tortilla que dejaron abandonada en el refri por semanas), pues no es capaz de matar a nadie Por eso hay más gente estudiando otros hongos con vidas más interesentes, pero como modelo, Neurospora, el hongo rosa del pan, sigue siendo el top. Ahí les dejo unas fotos de microscopio electrónico:

Listo Luis. He ahí las fotos.

miércoles, octubre 08, 2008

¡Atención Economistas!

¿Esto es cierto?

Al menos esa es la impresión general. Pero pues como yo no entiendo nada de bolsas de valores, inflaciones, recesiones y esas cosas del diablo, no sé que tan grave sea. De momento suena a que soy afortunada por no estar endeudada con los bancos de ninguna manera.

(Cartón de Paco Calderón)

domingo, octubre 05, 2008

Cigarros viejos

¿Qué pasa cuando unos cigarros envejecen? Por ejemplo, si dejo mi cajetilla abandonada en algún lugar de mi casa y la encuentro varios meses después, digamos después de FEB-09, y me fumo uno de los cigarritos que contiene a pesar de que ya pasó la fecha de "caducidad", ¿son todavía más carcinogénicos? Los 12mg de alquitrán, 0.9mg de nicotina y los 12mg de CO los van a seguir teniendo, ¿no?

¿Por qué los cigarros tiene fecha de caducidad? Porque resulta que los tabacos viejos pierden aroma y sabor... y hasta ha habido demandas por no dar a conocer la fecha de caducidad del producto.

Así que ya saben, si consumen tabaco, que sea fresco, y si lo que les importa es su (de ustedes) fecha de caducidad, pues entonces, no lo consuman en lo absoluto. Cada quién.
 
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